El Renacimiento y el Humanismo

Dio principio este periodo teniendo como punto central los valores humanos tales como arquitectura, escultura, literatura y pintura. Esto fue posible gracias al establecimiento de las primeras universidades europeas y la invención de la imprenta. Duró del siglo catorce al dieciséis.


El teocentrismo dandole la bienvenida al antropocentrismo con  sus modos de expresión de laicismo y Humanismo
También fue posible gracias a la apertura original  que se conoció como laicismo cultural. El teocentrismo tuvo la suficiente elasticidad  para dar la bienvenida al antropocentrismo. Varios papas fueron parte de este movimiento, pues de otra manera no estaría el cuadro de la Creación de Miguel Ángel en el Vaticano, para dar la bienvenida al antropocentrismo. Un laicismo de calidad que buscaba la cultura. Fue un Humanismo en el sentido más amplio.


De nada no sale nada ni nada regresa a la nada,dice el viejo axioma

Pero no fue, como suele creerse, un logro de la noche a la mañana ni mucho menos de generación espontánea. No fue, como diría  Hegel, ¡un pistoletazo salido de la nada! Como todos los fenómenos de la causalidad, fue el resultado de algo precedente. La invención del papel había tenido lugar siglos atrás. Recordar que el emperador romano Claudio escribía sus cosas sobre los etruscos en rollos. Pero fueron los molinos de agua que dieron un impulso tremendo a la fabricación del papel en 1285 o sea en plena Edad Media.

Algunos autores dicen que en realidad la Edad Media no existió,que sólo fue un segmento más de una línea sin fin. Así como el centro del universo está en todas partes. Por conveniencia de ordenar el trabajo de caracter histórico, por intereses de secta o por ignorancia, se sigue sosteniendo la idea de la Edad Media.

La imprenta de Gutenberg, que iba a poner  el libro al alcance de prácticamente todos, tuvo lugar su invento y construcción al filo de la Edad Media. Y el primer libro que salió de sus prensas, sabido es, fue la Biblia en 1455.  Para los que gustan hacer cortes tajantes de las fecha históricas la Edad Medias terminó para algunos al cerrar el siglo quince y, para otros, dados sus acontecimientos referenciales, en el primer tercio del dieciséis. En España en 1492 con la expulsión de los musulmanes. Inglaterra en 1485  en que llegó al poder la dinastía Tudor. Alemania en 1519 con Carlos V y su imperio “donde nunca  no se ocultaba el sol” con la unificación del Sacro Imperio Romano Germánico con el de España y las Indias.

La palabra “Renacimiento” habla de una recuperación cultural de la Antigüedad o de la época de los grandes imperios. Es, en cierta manera, una vigorización de lo que nunca se había ido. Platón en el terreno de las ideas y Aristóteles en el horizonte del pensamiento lógico. Para Whitehead "toda la filosofía  europea no es otra cosa  que una serie de notas  al pie de las páginas de Platón" ( La filosofía actual, de I. M. Bochensky,Fondo de Cultura Económica ,México,2002,Pág. 245)

Sólo que los  diez siglos precedentes estuvieron llenos de teología cristiana: “Además, en la música, lo mismo que en las demás artes, Italia fue la pionera  en el proceso de recuperación de la Antigüedad publicando las obras de san Isidro de Sevilla (1470) y los escritos sobre música de Platón y Aristóteles” (El Renacimiento, Paul Johnson Editorial Mondadori 2001).

En su formidable Introducción a la historia de la filosofía (UNAM,México, 2010),Ramón Xirau apunta:" El humanismo del siglo XII gira en torno a la escuela de Chartes...la intención más honda, y en ello se aproximan los humanistas del siglo XII a lo que habrán de intentar los grandes hombres del Renacimiento, es la de desenterrar el pasado grecorromano...El nuevo espiritu científico, latente ya en las filosofías de santo Tomás,de Grosseteste y Roger Bacon,alza vuelos definitivos...El nuevo espiritu cientifico,el que habrá de conducira la fisica matemática moderna, nace con el espíritu humanista del Renacimiento...Pero los nuevos humanistas saben también que la ciencia por sí sola carece de valor si no se añade a ella un conocimiento del alma humana, esta maravilla superior según Da Vinci,a todas las maravillas naturales. A la dignificación del espíritu  se dedican, por vías diversas los estudios de los académicos de Italia, los erasmistas, los reformadores, los utopistas, los metafisicos y los misioneros del Viejo y Nuevo Mundo."

De hecho la Edad Media cristiana europea incubó en su seno el advenimiento de la nueva época. Por ejemplo, la existencia de la facultad de Artes  de Oxford tuvo lugar en la llamada Alta Edad Media: “Esos recursos  serían los que sentaran las bases del verdadero Renacimiento más de doscientos años después”.

Xirau (op cit): "Durante el siglo XIII, las ciencias y las filosofías encuentran su verdadero hogar en las universidades...la mayoría de los filosofos del siglo XIII enseñaban en las universidades inclinandose a veces a la teología como en Paris o en Salamanca,a veces a la ciencia,como en Oxford."

En México se siguió un camino análogo al fundarse, después de la conquista española, primero los centros de estudio monásticos, le siguió la universidad Real y Pontificia y más adelante la Universidad Nacional o laica. Antes, en Europa, con la fundación de las universidades europeas, que llevaron acabo el rey y el papa (el presupuesto universitario era solventado por ambas instituciones) llegaron las bibliotecas “seglares” o de acceso para el pueblo ya no nada más para el claustro. “los nuevos eruditos  se congregaron en grupos de críticos para formar las que pasarían a llamarse universidades, una prolongación y amalgama de escuelas catedralicias y de centros monásticos de aprendizaje…La creación de las universidades trajo consigo el momento y el lugar oportunos para la recuperación de Aristóteles, el mayor filósofo enciclopédico y sistemático de la Antigüedad”.


Se considera que entre 1560 y 1580 había declinado ese periodo cultural llamado Renacimiento. Sin embargo, las formas de vida renacentistas no murieron: “En muchos sentidos, los ideales de aquellos tiempos formaron parte de nuestra herencia cultural permanente, al igual que las incomparables  obras de arte  y los monumentos imperecederos  fruto de aquella  época  tan rica y fecunda”.

Novela el Gran Gatsby, de Fitzgerald

A los viejos amigos y a los pasados amores lo mejor es dejarlos en paz...


.
Bogamos incesantemente, con la proa al sol, mientras algo nos arrastra hacia el pasado. A eso se debe que nuestro destino esté marcado por el pasado, más que el futuro.

Gatsby, el personaje de esta novela de F. S. Fitzgerald, hubiera llenado su vida siguiendo los acontecimientos de cada día alcanzando la existencia común. Pero quiso regresar a darle continuidad  a su pasado donde la había interrumpido cinco años atrás…Ese “hubiera” tan abrumadoramente cargado de posibilidades virtuales que jamás se dieron pero que son más reales que la realidad misma.  Lo que no se dio fue lo que hizo regresar a Gatsby…

Y tuvo que descubrir, de la manera más dolorosa, que a los viejos  amigos, como  a los pasados amores, lo mejor es dejarlos en paz…Hay situaciones que se mueren y es absurdo querer regresar cuando el contexto ya cambió. ¿De qué sirve regar una planta cuando ya murió de sed? Mr. Meyer Wolfsheim, el enigmático judío amigo de Gatsby, dice: “Aprendamos a mostrar nuestra amistad a la gente durante su vida y no después de muertos. Una vez muertos, mi norma es dejar las cosas en paz”.

Gatsby y Daisy fueron novios. Ella, de buena posición social y bonita, era feliz sabiendo que cada día tenía al menos media docena de pretendientes donde escoger. Gatsby era sobrio, apuesto y soñador. Pero tan falto de recursos económicos que sólo contaba con el uniforme del ejército que trajo de la guerra para vestir y en una ocasión, al menos, tuvo que pasar dos días sin probar bocado.


Un día tuvieron que decirse adiós pues él debió marchar a la guerra en Europa. Al regreso a Estados Unidos Daisy ya estaba casada con un rico y pedante individuo llamado Tom Buchanan. Cargado de medallas al valor, pero sin empleo, Gatsby  vagaba por Nueva York. Fue cuando lo “descubrió” Wolfsheim. Lo adiestró en una serie de negocios muy remunerados aunque en absoluto nada claros. Luego, con dinero en su poder, retornó su sueño de ir por Daisy. Para tal efecto alquiló una mansión en el West Egg de Nueva York, no lejos de la casa de Daisy.

Ofrecía veladas alegres con puertas abiertas para todo el que quisiese asistir. La idea era que la fama de tanta alegría llegara a conocimiento de Daisy y, a su vez, asistiera. Y así fue. Una vez que se dio el reencuentro sus relaciones se restablecieron.

A la vez el pedante Tom Buchanan tenía una amiga, llamada Myrtle a la que había puesto un departamento. El esposo de Myrtle, un mecánico, se llamaba Wilson Hacían todos los personajes de este relato  una tropilla de cinco que efectuaba  viajes de ocio a lugares  cercanos a West Egg. Al pasar en un punto de la carretera había un anunció de un oculista con unas grandes ojos o lentes que casi llenaban el gran cartel. Eran los ojos del doctor T.J. Eckleburg. Era como los ojos del destino que todo lo ve. Los amores de Gatsby y Daisy y los amoríos de  Tom Buchanan.

Al regreso de uno de eso viajes por carretera, y de la manera más inconsciente, Daisy 
atropella a Myrtle y muere. Daisy y Gatsby viajaban en el mismo automóvil y el resto del grupo en  el otro vehículo. Para salvar a Daisy de la cárcel Gatsby se echa la culpa del accidente y, rechazando la idea de huir,  espera enfrentar a la justicia. Pero Wilson, el marido de Myrtle, ha investigado,  busca y da muerte a Gatsby.
Luego de una escena de celos, los Buchanan se reconcilian y, como la cosa más natural, hacen sus maletas y se largan a Europa.

Nick Carraway, que  es el que hace el relato de  lo sucedido, tiene una expresión   respecto de la clase de gente a la que pertenecen los Buchanan: “Tom y Daisy eran descuidados e indiferentes; aplastaban cosas y seres humanos, y luego se refugiaban  en su dinero o en su amplia irreflexión, o en lo que demonios fuese que los mantenía unidos, dejando a los demás que arreglaran los destrozos  que ellos habían hecho”.

Nick Carraway, a su vez, tiene una especie de enamoramiento con Jordán Baker, una joven, bella y exitosa tenista. Ella también lo busca y lo quiere. Cuando Gatsby muere  Nick piensa ir a vivir a otro parte de Estados Unidos pues lo que quiere es alejarse del sitio donde tuvieron lugar los acontecimientos. Antes quiere dejar en claro su situación con su novia Jordán. Para entonces la tenista  le dice, a boca de jarro, que se va a casar con otro. Carraway recuerda: “Irritado, medio enamorado y tremendamente triste, me fui”.


El gran Gatsby (The Great Gatsby, en su título original en inglés) es una novela de F. Scott Fitzgerald publicada en 1925. La historia se desarrolla en Nueva York y Long Island en los años 20 del siglo XX. Ha sido descrito a menudo como el reflejo de la era del jazz en la literatura estadounidense.
El público no acogió bien la novela de Fitzgerald cuando se publicó y se vendieron menos de 24.000 ejemplares hasta la muerte del autor. Durante la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial cayó en el olvido. En los años 50 se reeditó y encontró rápidamente un amplio círculo de lectores. Durante las décadas siguientes se convirtió en un texto estándar en institutos y universidades en todo el mundo. En algunas referencias es citada como una de las novelas más importantes de la literatura norteamericana del siglo XX.”

Los etruscos

 Título: Los Etruscos
Autór:Alain Hus
Editorial: Fondo de Cultura Económica; México
fecha: 1975



Este pueblo fue en la antigüedad, de los que desarrollaron, que no era ni griego ni cartaginés.
Las mujeres etruscas, según el historiador Herodoto y el comediógrafo Plauto, vivían en igualdad con los hombres con el poder que les daba el dinero. Sus costumbres, de hace veinticinco siglos, dejarían con la boca abierta a las mujeres más libres  de nuestro siglo. El autor cita algo de Herodoto: “Entre los lidios todas las jóvenes se prostituyen; de esta manera amasan una dote y practican este oficio hasta el momento en que se casan”, que Plauto no reproche también a las muchachas etruscas”.

¿Es el pueblo etrusco un nombre más del mundo antiguo? El autor dice que todos los que de alguna manera pertenecemos  a la cultura occidental le debemos mucho como para que no nos interesemos en profundizar el conocimiento de su cultura: “Dio demasiado a Roma, demasiado a la Toscana medieval  y renacentista que tanto admiramos, para que no tratemos siempre de comprenderlo y amarlo más”.

Etruria y sus principales ciudades

Tenían los etruscos un libro conocido como los Libros de los Ritos que prácticamente normaba su vida en muchos aspectos, al estilo que una Constitución política rige la conducta de las naciones modernas: “Los Libros de Ritos etruscos contenían normas que determinaban  cómo había que fundar ciudades, consagrar altares y templos, cuáles leyes religiosas regían la distribución de murallas y puertas, en qué forma se debían repartir tribus,  curias y centurias, cómo se debían componer los ejércitos y, en general, cómo había que portarse en todas las cuestiones acerca de la guerra y de la paz”.

Los etruscos fueron para Roma lo que los toltecas para México-Tenochtitlán. Roma imperial, como la conoce la historia, tiene un aporte de Etruria en muchos aspectos como el arte, la guerra, la sexualidad. “Roma ya había asimilado una buena  parte de la herencia antes de que el legador hubiese desaparecido. No hubiera podido ser de otro modo, puesto que, como hemos visto, ella misma había formado parte de Etruria. Durante casi un siglo, de Tarquino el Viejo a Tarquino el Soberano, Roma tuvo una realeza etrusca, instituciones etruscas, y también un arte etrusco”.
Puerta del Arco, Volterra

Para la gran cultura que desarrolló  el pueblo etrusco se pensará que se trataba geográficamente de un territorio enorme, al estilo del imperio romano o del imperio español del siglo dieciséis.  Todo lo contrario: “Comparado con los grandes imperios, es un territorio muy pequeño: doscientos kilómetros de norte a sur  y ciento cincuenta  apenas de este a oeste. Igual que la Grecia antigua, igual que el Flandes medieval, este exiguo espacio pudo convertirse  por dos veces  en el foco del mundo occidental”. Por si algo le faltara a Etruria, en ella nació Virgilio “el más romano de los poetas”, en Mantua, que fue fundada por los etruscos.

Hacia el primer tercio del siglo diecinueve se conocía casi nada de los etruscos. Un grupo que había tenido su asiento siguiendo  el curso del río Tiber, al noroeste de Roma, en la península itálica.  Claudio es conocido en la historia no tanto por sus guerras que sostuvo para extender más el imperio romano. Se le menciona e identifica de inmediato por la vida tremendamente licenciosa de Mesalina, su esposa. En el mundo de las letras tiene Claudio  un lugar muy distinto a los mencionados. Este sabio emperador romano, era tan sabio, que  pasaba por tonto,  escribió, en griego, veinte libros de los etruscos. Pero debido al descuido de los hombres y al paso del tiempo no se conservaron y la memoria de los etruscos  casi se perdió durante quince siglos. Los griegos fueron los que los llamaron etruscos o tirrenos. Por ellos hay un mar que se llama Tirreno.

El pasado etrusco empezó a ser descubierto el día que un campesino araba su terreno para sembrar. Esto fue en 1828. De pronto se abrió una sima y su animal de tiro se fue para abajo. El socavón resultó ser una magnífica tumba etrusca. Ahí empezó toda una historia de saqueos pero también de trabajos de exploración académica. Empezó un auge impresionante para conocer más de Etruria, a tal punto que a una etruscología le sucedió una etuscomanía.
Antefijo con rostro femenino encontrado en el Monte Capitolino

Fue un pueblo muy guerrero, erótico, artista, grandes orfebres, arquitectos y marineros: “Dotados también de poderosas fuerzas navales, y durante mucho tiempo también señores del mar, fueron tan buenos marinos que el mar que baña a Italia tomó el nombre de Tirreno”.

Su imagen que nos ha llegado de un pueblo muy dado al erotismo, la sensualidad y la sexualidad, parece corresponder a los siglos postreros. Y el lector moderno recordará que es la misma impresión de molicie y sexualidad que se les atribuye a los últimos emperadores de la Roma imperial. El fin de Etruria sería el mismo que el del impero romano. Dice Hus, refiriéndose al ocaso de Etruria: “En general los etruscos han perdido la valentía, tan preciada por sus ancestros y, a fuerza de vivir en sus festines con una afeminada ligereza, han perdido la gloria  que sus padres conquistaban frente al enemigo”.

Su historia duró unos cinco siglos, del VII al III antes de Cristo. Después fue absorbido totalmente por Roma. Fue uno de los pocos pueblos de la antigüedad que vivió teocráticamente y nunca llegó a separar lo divino, de lo político y de la guerra.

Finalmente hemos de decir que creían que la vida no se suspende con la muerte: “Para los etruscos no se suspendía la continuidad entre la vida y la muerte”.

El Popol Vuh y la epopeya cultural

El Popol Vuh es el libro maya de la creación del Universo, de la Tierra, de la Humanidad. Pero también es el libro del arrepentimiento de los dioses ante tan magnífica obra…Todo  fue tan bien hecho que un día  amenazó volverse contra los mismos creadores…

Decir mayas es decir olmecas y decir olmecas es referirse al chispazo original (independiente de los chispazos de otros continentes) de la mitología, religión, ciencia,  escultura, pintura, matemáticas, arquitectura y deporte. Un deporte que, a petición del vencedor, se ganaba para tener el privilegio de pedir  morir… Ya nada más por este dato el lector occidentalizado debe estar dispuesto a encontrar en esta lectura lo extraordinario.

 Los germanos, los babilonios, los árabes, los judíos, los hindús, los peruanos, escribieron su Biblia. El pensamiento maya también lo hizo. Durante milenios los humanos vivieron bajo la palabra del Popol Vuh.

Tal conducta no murió con la conquista del siglo dieciséis. Su lengua sigue  oficial en Yucatán y, por ende, su pensamiento continúa vivo, aunque también se hable y se piense en europeo.

Los pueblos que no hablan su lengua autóctona, como en el caso de México, conservan su intuición original, esencial, que va más allá de la percepción fenomenológica del lenguaje.

Lo que hacen es expresar su mitología en el nuevo modo.

 El sureste de México,  la república de Guatemala, principalmente, y de hecho toda el centro de América, es el horizonte geográfico donde los dioses quichés y los hombres construyeron tan deslumbrante proeza cultural.
Que tengan memoria, ciencia y cultura
Parte del área maya,arriba, norte, queda Yucatán.
Tomado de National Geographic, diciembre 1975

Se cree que fue Diego Reynoso quien lo escribió en caracteres latinos en el siglo dieciséis. El escrito anduvo  por ahí, casi perdido o celosamente guardado en las bibliotecas de los conventos católicos. Sería fray Francisco Ximenez quien lo descubrió al comenzar el siglo dieciocho. Este sacerdote dominico fue el que lo tradujo al español. A mediados del siglo diecinueve Carl Scherzer lo dio a conocer en alemán y  el abate Carlos Esteban Brasseur en Francés. Fue Brasseur quien  llamó a este escrito: Popol Vuh. Se han hecho desde entonces encomiables  esfuerzos  por traducir (y publicar) el Popol Vuh. Y se destaca la traducción del francés Georges Raynaud. En algunas ediciones  se le conoce como El Libro del consejo.

En el Popol Vuh la humanidad empieza mediante la teoría creacionista y le sigue la teoría evolucionista: “He aquí los nombres de los primeros hombres que fueron construidos, que fueron formados…”Los dioses del Quiché fueron la primera causa. Como diría Aristóteles, “el primer motor”.Los dioses hicieron varios experimentos. Unas veces salieron gentes de madera y otras salieron monos. Por fin: “Tuvieron apariencia humana, y hombres fueron. Hablaron, dijeron, vieron, oyeron, anduvieron, asieron. Hombres buenos, hermosos en apariencia, su apariencia: rostros de Varones. La memoria fue, existió”.

Después los hombres buscaron la manera de eliminar a otros grupos de hombres o prevalecer sobre ellos. Unas veces haciendo más oraciones que los otros para ganarse el favor de los inmortales. Como ahora hacen los boxeadores o los futbolistas que en México le rezan a Coatlicue- Tonantzin-Guadalupe, para que les permita desbaratar al contrario. Otras veces, como hacían los aztecas, rezaban a Tezcatlipoca de esta manera para que los protegiera de sus enemigos: “Señor, vuélvelos borrachos”.
Que sean borrachos, sedentarios y gordos

Y cuando los hombres por fin fueron más fuertes que otros hombres y los dominaron y construyeron, con su tributo y prisioneros, grandes imperios y enormes y bellas pirámides, esculturas, exactos calendarios e hicieron tablas matemáticas astronómicas para los próximos diez mil años …(ver en este mismo blog el libro del Pensamiento Matemático y Astronómico en el México Precolombino, de Guillermo Garcés Contreras).

Entonces pensaron que, ellos, los hombres, podían ser más grandes que los dioses…Siguió la pregunta: “¿Se igualarían a aquellos que los han hecho, a aquellos cuya ciencia se extiende lejos, a aquellos que todo lo ven?”

Todo esto, y más, se encuentra en el Popol Vuh.



Entonces los dioses del Quiché se reunieron y, en la asamblea,  uno de ellos dijo:
 “¿Cómo obraremos ahora para con ellos?”.

Tal vez los dioses del Quiché hayan agarrado algunas de las ideas de sus, en otro tiempo suplicantes creaturas: “Vuélvelos borrachos”.

Esta sentencia de los dioses del Quiché también se cumplió.El 24 de septiembre del 2010 el Secretario de Salud, Dr. Córdoba Villalobos,  dijo en conferencia rediofónica con Sergio Sarmiento que México es el primer lugar en el mundo de mujeres con sobrepeso y el segundo en hombres después de Estados Unidos.

Le Clézio y la magia indígena

Le Clézio
Le Clézio recibió la medalla del Aguila Azteca, en la ciudad de México, el 14 de septiembre del 2010. Es la presea de más alta distinción que otorga la nación mexicana. Fue en reconocimiento a su obra filosófica  sobre el pensamiento azteca que plasmó en una publicación titulada El sueño mexicano o el pensamiento interrumpido (Fondo de Cultura Económica, octubre de 2008).

El historiador norteamericano W. H. Prescott dice que la defensa que los aztecas hicieron de sus coatepantlis (México- Tenochtitlán  y Tlaltelolco) en el siglo dieciséis, elevó todo, hasta a los mismos conquistadores, a los niveles de la epopeya. Defendían los aztecas el mundo mágico y cultural heredado de los teotihuacanos y de los toltecas. De otra manera sólo recordaríamos esa historia como una banda de forajidos persiguiendo  asustados campesinos semisalvajes

Le Clézio dice: “Sin ese mundo mágico, sin la lentitud de las naciones indias, sin el esplendor de esa civilización condenada, Hernán Cortés no había sido más que un bandolero a la cabeza de una banda de aventureros. No es de él, ni de sus acciones temerarias, de donde nace la grandeza: es del mundo mexicano que él se ensaña en destruir”..

En la actualidad son mexicanos, naturales y avecindados, los que viven de Ciudad Juárez, en el norte del territorio,  hasta Mérida, en el extremo sureste. En el siglo dieciséis México, la etnia de los mexicanos, no ocupaba más de tres kilómetros cuadrados de “tierra Artificial” en medio de  un gran lago.

Le Clézio no se queda en el testimonio de lo pasado. Con base en lo asentado por los cronistas del siglo de la conquista y los historiadores de los siglos posteriores, hace una proyección de los alcances que ese pensamiento mágico pudo lograr. Por eso su obra se llama El pensamiento interrumpido: “Los mexicanos estaban a punto de desarrollar un sistema filosófico que hubiera podido resolver las contradicciones del antiguo mundo. Mediante el trance y la revelación se lograba la armonía  entre lo real y lo sobrenatural. La concepción de un tiempo cíclico  y la idea de una creación basada en la catástrofe podían ser los puntos de partida de un nuevo pensamiento  científico y humanista. Por último, el respeto  a las fuerzas naturales y la búsqueda del equilibrio entre el hombre y el mundo hubiera podido construir el freno necesario para el progreso técnico del mundo occidental. Sólo hoy medimos lo que hubiera podido aportar este equilibrio a la medicina  y a la psicología.  Si la herencia indígena del chamanismo no hubiera sido combatida por los que extirparon la brujería, hubiera podido integrar el sueño y el éxtasis a lo cotidiano, permitiendo que se alcanzara el equilibrio”.

Sus dioses no son los que se apresuraban a interpretar los frailes para desterrar la original creencia espiritual. Un mexicano se sentía feliz solo entre la noche del bosque, la llanura y la montaña. Porque Tezcatlipoca lo llena todo. Una idea aproximada de ese estado de sentimiento lo puede apreciar un cristiano cuando penetra en un templo que preside Cristo. Así era el mexicano (azteca) con Tezcatlipoca, el “Señor del espejo humeante y de la noche”. Después de la conquista la noche, los bosques, la llanura y las montañas se llenaron de brujas, demonios y demás criaturas horripilantes del infierno medieval europeo. Con el resultado que para que un mexicano en la actualidad pueda pasar solo una noche en el bosque es cuestión casi imposible: “Los dioses no son esos ídolos vanos que les gustaba representar a los primeros viajeros europeos. Tezcatlipoca es la presencia invisible e impalpable que dirige todas las vidas humanas”

COMUNICADO 1419
CONACULTA FELICITA AL ESCRITOR J.M.G.Le CLEZIO POR RECIBIR LA CONDECORACION DE LA ORDEN DEL AGUILA AZTECA
Conaculta felicita al escritor Jean-Marie Gustave Le Clézio (Niza, Francia, 13 de abril de 1940) por ser distinguido con la Condecoración de la Orden Mexicana del Águila Azteca en el grado de Insignia, que otorga el gobierno federal de México.
       El acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación señala que se concede la condecoración al también Premio Nobel de Literatura 2008 por su conocimiento profundo del pasado prehispánico mexicano, y su visión de un mundo futuro centrado en la preservación de las culturas antiguas y su cercanía con México.
       El texto agrega que Le Clézio es un conocedor del pasado prehispánico mexicano gracias a su labor de investigación en El Colegio de Michoacán, realizada entre 1979 y 1989, así como por su convivencia con comunidades indígenas y campesinas del país.
       La Orden Mexicana del Águila Azteca es la máxima condecoración que otorga el gobierno de México a extranjeros. En el caso de J.M.G. Le Clézio “su labor ha atraído la atención hacia la historia y la cultura mexicanas”. La Condecoración le será entregada al historiador y ensayista este martes 14 de septiembre en la Ciudad de México.

Epicteto vs Consumismo

El asunto que persigue este pensador es la libertad

Perder la libertad es, muchas a veces, cuestión del propio individuo. Por eso Epicteto es enfático cuando dice: “Conviene que cuides solamente de ser libre, en esto se han de encaminar todas tus pretensiones”. El tema se maneja en el terreno de los deseos o las aversiones: “Deberás, ante todo, vigilar tus deseos, porque de nuestros deseos o de nuestras aversiones dependen la dificultades”. ¿Cuantos millones de humanos, que en este día llenan las cárceles, estarían dispuestos  a suscribir tales palabras de Epicteto?

A Epicteto siempre lo pondrá de moda, o mejor dicho, nunca lo dejará pasar de moda, la báscula donde nos pesamos. México es, en el primer tercio del siglo veintiuno, a nivel mundial, no sólo continental, el país que ocupa el primer lugar de gordos y obesos. Se preguntará  ¿esto qué tiene que ver con Epicteto? Epicteto es del estoicismo. Y, se recordará, el estoicismo es el reverso del sedentarismo, en la actualidad muy cercana al consumismo.

Para los que sienten mucho apego por las cosas materiales, y aun por las afectivas, dice que ciertamente es necesario gozarlas pero que más vale tenerlas por extrañas: “No haciendo más caso de ellas que el caminante hace de las posadas en que se aloja”. Este pensador “vivía sin mujer, sin familia, desprovisto de toda suerte de comodidades, en una casita tan pobre y tan desnuda, que no había necesidad de cerrar la puerta. No habrían encontrado en ella los ladrones más que un camastro y la lámpara”.

Creía en los dioses y por tanto en cierto determinismo: “ Acuérdate que conviene, que representes la parte que te ha querido dar el autor de la comedia..A ti te toca el representarlo y al autor el de escogértele”.
Este pensador, que se cuenta entre los grandes maestros del Pórtico o de la Stoa, sostiene que el despojarse de las cosas no es un fin sino un medio de liberación. Podrán comprender en todo su sentido  este pensamiento los que han logrado dejar de fumar, por ejemplo. O de beber consuetudinariamente licor o ganarle kilos a la báscula. El fin terapéutico inmediato era alcanzar ese logro en beneficio de la salud corporal. Pero la verdadera batalla se libró en el terreno subjetivo, el de la propensión o deseo. Vencido éste, se alcanzó la libertad.En una de sus novelas, un personaje de Enrique Jardiel Poncela exclama: "¡Victoria, cantemos victoria, me dejó mi mujer!". Y seguramente la mujer, que por lo visto era la que había tomado la iniciativa, estaría más jubilosa.

Y en lo afectivo es implacable por realista: “si amas a tu hijo o a tu mujer, acuérdate que es mortal lo que amas, y por este medio te librarás  del impensado sobresalto cuando la muerte te los arrebate”.

Epicteto nació en el año 55 en Hierápolis de Frigia (actualmente Pamukkale, en el sudoeste de Turquía), a unos 6 km. al norte de Laodicea. Aún en su infancia llegó a Roma como esclavo del liberto Epafrodito, que a su vez había servido como esclavo del emperador Nerón; a instancias de Epafrodito, estudió con el filósofo estoico Musonio Rufo.. La fama de Epicteto fue grande, mereciendo —según Orígenes— más respeto en vida del que había gozado Platón.
Epicteto fundó su escuela en Nicópolis, a la que se dedicó plenamente, pues él, a imitación de Sócrates, uno de sus modelos, no escribió nada. Fue su discípulo Flavio Arriano el que redactó las notas  que tomara mientras escuchaba a su maestro. La obra se llamó el Equiridión o Manual de Epicteto. Las enseñanzas de Epicteto tenían su base en las obras de los antiguos estoicos; se sabe que se aplicó a las tres ramas de la filosofía en la tradición de la Stoa, lógica, física y ética. Sin embargo, los textos que se conservan tratan casi exclusivamente de ética.

Serreau y Hegel

Editado   enero de 1965 en Buenos Aires
Título: Hegel y el Hegelianismo
Autor: Rene Serreau
Editorial: EUDEBA, Universitaria de Buenos Aires
Enero 1965

 El hombre es una serie de actos, dice Hegel. Y esto  explica en gran medida su  modo de hacer   filosofía. Ya sea que el humano crea nada más  en la razón o ya que también crea en lo subjetivo.

En cada acto el hombre se define cómo es. Lo que dice, lo que cree, lo que hace, lo que deja de hacer. Así es él. Cuando comete un error y es consciente y se lamenta de haberlo cometido, está diciendo que él no es así. Cuando transgrede y está consciente de que  eso hace su modus vivendi, está diciendo que él es un pillo. El individuo que no trabaja y se desespera por tal cosa está diciendo que él no es flojo y lo que le falta es la oportunidad. El que trabaja y hace mal las cosas, llega reiteradamente tarde o maltrata a los clientes, a los pasajeros  o a los derechohabientes, esta diciendo que es un holgazán. Por eso Hegel dice que el individuo es una serie de actos.

 La obra de Hegel parece distante, poco accesible, de los que no  están familiarizados con las lecturas filosóficas. Sin embargo su contenido está muy cercano. Por ejemplo, ahora llamamos “doble moral” para el que hace una cosa y dice otra. Schopenhauer dice que el hombre es como es, y Hegel es más puntual y dice que el hombre es como actúa. Si lo que dice concuerda con sus actos, es sincero con él mismo y con el mundo. Si actúa de una  manera  y dice otra distinta, se está engañando y engañando a los demás.

Debe desconfiarse, dice, de las buenas intenciones. De las orales y de las escritas. Hay genios que te hacen programa de vida para los siguientes mil años, pero sólo son palabras: “Debe desconfiarse, en consecuencia, de la falsa profundidad de las intenciones “geniales” que no explican con nitidez, como de la hipocresía de las buenas intenciones que no se traducen en actos


El desenvolvimiento del pensamiento humano es uno solo, que fue apareciendo por etapas. Señala así su inconformidad frente a la tendencia de considerar las doctrinas filosóficas como sistemas aparte y con frecuencia encontradas unos y otros. Que Platón haya sido discípulo de Sócrates y Aristóteles discípulo de Platón, sucedió en la antigüedad. Ahora nace, tal modo de pensar, él solo, sin antecedentes, como de generación espontánea. Hegel se refería a esta situación como aquellos que se lanzan al agua sin saber nadar. Primero, al menos, hay que aprender a flotar. No cae en ese juego de “fundadores” y declara que su pensamiento se desarrolló a partir de la tradición, en particular de Kant.

Los filósofos no son los únicos que adolecen de esa tendencia. Muchos historiadores también acusan esa inclinación de hacer cortes del devenir de la humanidad. Una tarde acabó la antigüedad de los imperios y al otro día alguien en el amanecer se asomó a la ventana y dijo: este día empieza la Edad Media. Y, entonces, dice, modos de pensar que son producto de un largo devenir filosófico, se nos presentan como “salido de un pistoletazo”.

“El pensamiento humano progresa en forma dialéctica en el curso de las épocas”. La misma filosofía, cree, es el resultado de ese desenvolvimiento. No es el punto y aparte sino el punto seguido. Estaba convencido que la razón une los diversos pareceres en una totalidad concreta: “Resuelve los contrarios en una síntesis superior, y reduce las diferencias a la identidad”.

En la historia de la filosofía es muy conocida la pugna de Schopenhauer con Hegel. Aquel subestima a éste. Serreau es de otra opinión: “Se ha dicho que Hegel es el Aristóteles de los tiempos modernos. En efecto, su doctrina es el sistema más completo y, sin duda, el más profundo que un filósofo jamás haya concebido. Abraza todos los dominios del saber y reconstruye, con su dialéctica, los más diversos aspectos de la experiencia humana, sin dejar subsistir  ningún residuo misterioso, ninguna interioridad oculta, ninguna trascendencia ininteligible…De ahí resultaron corrientes de pensamiento muy divergentes que ven en el hegelianismo ya la interpretación más profunda del cristianismo, ya el fundamento más sólido del humanismo ateo, ya la fuente del pangermanismo, ya la raíz del marxismo”.

Es del parecer que a través de la razón se llega más allá de la causalidad, hasta alcanzar la región de lo trascendente: “La razón, facultad de síntesis suprema que, al apoyarse sobre los principios del entendimiento, construye ideas trascendentes, es decir, sobrepasa el cuadro de la experiencia para alcanzar lo absoluto (por ejemplo: Dios, la causa primera)”. Proclama la razón por medio de la materia, el empirismo, el racionalismo, la forma y del fenómeno. Sólo que el individuo al satisfacerse plenamente en el cumplimiento del deber, trasciende y s e opone al mundo más allá, hasta lo subjetivo o sobrenatural…Esta es la dualidad que no se acepta por los que gustan de dar “pistoletazos”. 



La historia del humano no se espera ser escrita cuando haya cumplido cien años de edad el individuo. Esa historia se escribe hora tras hora, en el mismo día. Se mueva o se quede quieto está escribiendo su historia existencial: “Así como es el hombre exteriormente, o sea, en sus actos, así es interiormente”.


René Serreau fue profesor de filosofía en el Liceé Jonson Sailly, Francia. Publicó Hegel y el Hegelianismo en 1962.



"El sistema filosófico de Hegel ejerció una influencia considerable durante el siglo XIX y, tras un largo eclipse, reapareció en nuestros días, con frecuencia asociado a corrientes totalmente opuestas del pensamiento contemporáneo. Hegel y el hegelianismo explica concisa y claramente los temas esenciales que caracterizan la doctrina de Hegel: analiza el sistema tal como se halla expuesto en la Lógica, la Enciclopedia y la Fenomenología, y estudia, también, la filosofía de la religión y la doctrina política hegelianas, problemas éstos que provocaron la escisión de la escuela hegeliana en corrientes divergentes que ven en el hegelianismo ya la interpretación más profunda del cristianismo o el fundamento más sólido del humanismo ateo, ya la fuente del pangermanismo o la raíz del marxismo. Para los estudiosos de los problemas políticos y sociales, esta introducción a Hegel constituirá una valiosa guía de lecturas posteriores; para el lector interesado en filosofía, equivaldrá a una completa presentación del pensamiento sobre el cual se basaron las más significativas realizaciones de los últimos cien años en esa disciplina." WIKIPEDIA

Platón, por Platón

Platón  desarrolló su obra La República o El Estado  en diez capítulos. Respectivamente tratan: 1- de la justicia,2-de la mentira,3-de la Templanza,4-de la rectitud-virtud,5 de la igualdad de los sexos y de toda la comunidad,6-sobre la producción del bien,7- sobre la ciencia e ignorancia(la cueva),8-sobre el origen de las revoluciones,9- sobre la disciplina o el placer,10 sobre la ciencia y apariencia del arte.

Platón habla en primera persona y él es el que relata. Empieza así su milenaria obra: “Fui ayer al Pireo con Glaucón, hijo de Aristón para elevar mis oraciones a la diosa” (Bendis). Él y un grupo de filósofos consideran las condiciones que se necesitan para que los  individuos vivan bien en una república. Es un largo discurrir y al final Sócrates dice: “- Y bien amigos míos, ¿me concederán ahora que nuestro proyecto de Estado y de gobierno no es un simple deseo? La ejecución es difícil, sin duda, pero es posible: y sólo lo es , como se ha dicho, cuando estén a la cabeza de los gobiernos  uno o muchos filósofos  verdaderos que, mirando con desprecio los honores que hoy se solicitan con tanta vehemencia, convencidos de que carecen de valor, desestimando todo lo que no sean el deber y los honores que constituyen su recompensa, poniendo la justicia por encima de todo debido a su importancia y su necesidad, sometidos enteramente a sus leyes y esforzándose en hacerla prevalecer, emprenderán la reforma del Estado”.

La mesura, el estado intermedio, es lo que Platón recomienda al final de su obra La República, como condición para ser feliz. Se refiere concretamente a la situación económica y al acto de ejercer el poder.

Y ya muchos sabemos en pleno siglo veintiuno que es una recomendación también sabia frente a otras cuestiones como la báscula. Ahora diríamos ni anorexia ni bulimia. Ni sedentarismo ni hiperactividad. Un presidencialismo exacerbado no quiere saber nada de democracia y una democracia degenerada no quiere saber nada de poder ejecutivo. Se requiere la mesura.

Pero para lograr la mesura se necesita voluntad que resista a la tentación del exceso: “Es preciso conservar hasta la muerte el alma firme e inalterable  en ese sentimiento, para no dejarse ofuscar en este mundo ni por las riquezas ni por otros males de semejante índole; que no se exponga, arrojándose con avidez  sobre la condición del tirano u otra similar, a cometer un gran número de males irremediables, y sufrirlos aun mayores… En esto consiste  la felicidad del hombre”.

Lo que Platón recomienda es concreto, real, nada que no sea causal, y parece sencillo pero no lo es. Y esa imposibilidad es lo que empieza a dar a las cosas que él recomienda la categoría de subjetivo o mera intención a lograr, a idea, a ideal. Por eso  su pensamiento suele llamársele idealista, cuando lo que busca es el lugar intermedio dentro de los extremos, o los excesos. Una realidad cuando no es alcanzada es más cómodo ponerle la etiqueta de “ideal”. Un ejemplo: ganarle a la báscula. Estar en el peso de masa corporal recomendado por la ciencia médica. Es imposible (este año México ocupa ya el primer lugar en gente gorda y obesa). Es cuando empiezo a llamarle ideal, idealista. Entonces mejor me hago discípulo de Epicuro  (Hay que apresurarse a decir  que el hedonismo no es la nota fuerte del epicureismo).

Y como lo más tentador y fácil es caer en el exceso, hablando de la conducta del ciudadano, entonces se hace necesario legislar. Hacer leyes. Si nadie transgrediera no se necesitarían las leyes. Donde existe una universidad desde la antigüedad, hay una Facultad de Leyes. Tiene que ver con la conducta, como la facultad de Medicina tiene que ver con los virus patógenos, para proteger la salud del cuerpo. Las leyes, empero, no son suficientes y se necesita la voluntad de cumplirlas sin llenarlas de sofismas... 

Platón convivió con los tiranos de Siracusa y esto le dio la idea de que los jefes de Estado tendrían que ser  filósofos. Pero al final se convenció que el político es de acción y el filósofo de meditación…

No es suficiente hacer leyes sino respetarlas. Los transgresores no lo van  hacer sino que hay que prevenir con toda anticipación. Platón cree que está en la edad temprana cuando eso se puede llevar a cabo. El niño necesita observar disciplina en la practica de sus juegos: “si se aparta de ella resultará  imposible que en la edad madura sean virtuosos y obedientes de las leyes”. Platón vería confirmada su sentencia veinticinco siglos más tarde en un país llamado México. Los niños y jóvenes se entretienen en los videojuegos que se encuentran en  las calles y que están programados  a base de violencia. Además ven seis horas televisión violenta. El resultado es de todo conocido: en este país hay más violencia, en tiempos de paz, que en  Irak, en situación de guerra.

Platón no se queda en la cómoda elucubración. Se apresura a decir que para que un Estado esté bien gobernado necesita que en él prevalezcan tres cosas que son el bien, lo bello y lo justo. Como el bien es un concepto  muy manipulable se apresura decir que una de las características del bien es que nunca hace mal a nadie...

Sócrates vs Protágoras

Sócrates¿Por qué hay hijos buenos de padres malos y viceversa?
Es el tema de la educación.

En esta obra se trata de entender cómo un problema moral, que sólo pertenece a los dioses de la cultura griega, se puede “bajar” a tal punto que los humanos logren enseñarla en las aulas. Es de nuevo el afán de Prometeo tratando de robarles el secreto a los dioses para entregarlo a los humanos.

Los protagonistas son Protágoras (sofista maestro profesional) y Sócrates que convierte este asunto de la enseñanza de la virtud en un aparente enredo. Platón es el autor de tan portentosa pieza.

Protágoras dice que la virtud  se enseña y está tan convencido de ello que va por las ciudades lleno de optimismo pedagógico cobrando por sus lecciones sobre la virtud. Sócrates lo felicita por  semejante labor pero difiere en un punto y este es el tema del Protágoras.

 Hay cuestiones que se enseñan como construir barcos, hacer zapatos, muebles, etc. Y para esto son necesarias las instituciones educativa, tecnológicos, universidades, los maestros, los cursos, los presupuestos suficientes para las mismas. Pero en otras cuestiones hay que caminar despacio porque pueden ser  de tal manera subjetiva que cualquiera puede dar su opinión difiriendo de los otros.

Sócrates está convencido de lo mismo, que la virtud se enseña, pero quiere despejar la pregunta de cómo una cuestión tan huidiza, o de criterios valorativos, puede enseñarse. Con la mayor facilidad se puede recomendar que se sea virtuoso pero ¿cómo ser virtuoso? Como si alguien dijera es bueno o necesario ser corredor de maratones. Pero es diferente a saber la técnica de corredor de maratones y llevarla a la práctica.

Esto de la virtud que amenaza  volverse un aburrido tema académico está más cerca de la gente de lo que parece. En otras palabras, el mundo está lleno de críticos del gobierno equis  pero cuando esos críticos  llegan a ser gobierno no saben qué hacer. Con mucha frecuencia la preclara oposición   ya en el gobierno es  tan torpe como los torpes anteriores. ¡Y hay marcas que se superan!

 No es lo mismo ser un crítico, un  “recomendador profesional”, que ser el ejecutivo soñado. 

Sólo hay una manera de esclarecer el huidizo asunto de la virtud y es introduciendo una contra tesis. Pregunta Sócrates: ¿Por qué Pericles no pudo enseñar a sus hijos a ser tan grandes como él? O ¿Por qué hay hijos buenos de padres malos y viceversa?

El resultado va a ser desconcertante. Protágoras acaba dudando de lo que enseña.Y Sócrates, que defiende  que la virtud no se enseña, declara ante los presentes de la asamblea  que la virtud puede ser enseñada en las aulas.

Al final Sócrates parece haber ganado la partida. Se sirve de una jugada que tenía escondida bajo la manga. Trata de demostrar que la virtud es lo mismo que el saber.  Se auxilia del concepto del valor.

¿El valor se enseña, no? (¿valor de valiente?¿qué valor? ¿el de los juicios analíticos o el de los juicios sintéticos?).  Pues así con la virtud! Todo depende de que se emplee la educación adecuada.

En realidad  el Protágoras se trata de un encuentro de calentamiento, como en el box, para ser desarrollado más tarde en varios “raunds” o asaltos. El desenlace de este asunto de la educación  Sócrates lo dará por terminado en otra obra conocida como Gorgias. 

En Paideia Werner Jaeger escribe: “Sospechamos que Sócrates, dado el desenfado con que se manifiesta en el Protágoras, se está burlando de todos los sofistas y de nosotros mismos. Y exigimos que por fin nos hable  seriamente acerca  de un problema de tanta  seriedad. Esto es lo que hace en el Gorgias, que es, desde todos los puntos de vista, el perfecto hermano gemelo del Protágoras y el complemento indispensable del temperamento irónico vertido en éste”.

Hipócrates, amigo de Sócrates,es el que quiere aprender del sofista Protágoras. Como apuntamos,al final del largo diálogo entre Protágoras y Sócrates los pareceres se van a invertir. 

Se ha llegado a una aporía(camino sin salida). Sócrates ahora acepta que la virtud es una ciencia y, como tal, se puede enseñar.En cambio Protágoras, que sostenía que la virtud s e podía enseñar,a tal punto que eso era lo que iba enseñando por las ciudades griegas, y por eso cobraba, ahora admite que  la virtud no es una ciencia y que por lo tanto no se puede enseñar... 

Por lo pronto ambos contendientes nos han dejado la idea que hay cosas que se pueden enseñar y otras que son por sí...

Ibsen, Un enemigo del pueblo

Una comunidad fuerte por medio del conocimiento:Ibsen
 .
La obra de Enrique Ibsen toca los grandes temas de la humanidad. Los presenta bajo el esquema de una sencilla escena domestica. Un enemigo del pueblo nos invita a meditar de qué manera se deja de creer en la democracia y en la comunidad. Cómo se puede caer en el escepticismo hasta actitudes individualistas contrarias al grupo. Estudiando los mecanismos de la dictadura, más que los de la democracia, quizá encontraríamos que aquella aparece cuando ésta entra en descomposición. Y después de la tiranía vuelve la democracia. Es hasta el siglo veintiuno que algunas voces se atrevieron a levantarse en contra de los partidos políticos en México y esas voces llegaron de los sindicatos independientes. Pero ya en el siglo diecinueve Ibsen, por boca de uno de sus personajes, dice “lo peor es que de una punta a otra del país todos los hombres son esclavos de los partidos”

El pueblo en su afán de sobre vivencia y anhelo de superación no quiere vivir en “la serpiente que se muerde la cola”. Pero hay otros intereses, principales, que no son propiamente del pueblo…Y después de los principales entran en juego intereses secundarios que acaban por enmarañar la escena.

Aquí los principales son los socios dueños de un balneario que es necesario cerrar por razones de higiene. Y los intereses secundarios la prensa que trata de sacar noticia y dinero del conflicto sin importar la gente que pueda infectarse. Apoya a los socios propietarios pero también podría ofrecer su imprenta de La Voz del Pueblo, a las voces de protesta genuina que empiezan a levantarse contra el balneario.

El asunto principia de la manera más aldeana imaginable. En un pueblo costero del sur de Noruega, hay una alberca que se ha hecho famosa y  atrae buenos ingresos a los propietarios del lugar. La gente acude de muchos lados y la clientela crece.

El doctor Tomás Stockman es el encargado  de vigilar las condiciones de sanidad de la alberca. Sólo que la cloaca de aguas negras de la ciudad pasa cerca y empieza a contaminar las aguas donde la gente se baña. El doctor se da cuenta, manda analizar una muestra y confirma que, en efecto, aquello se ha convertido en un foco de infección. Decide comunicarlo a la gente. Se siente respaldado para dar ese paso. ¿Respaldado por quien? Le pregunta su esposa. “nada menos que por la mayoría aplastante de los ciudadanos”, le responde.

Expone el asunto a las autoridades del lugar y a algunos accionistas. Estos le dicen que guarde silencio. Cerrar sería desastroso para la economía de los habitantes de la aldea. El alcalde, hermano del doctor Stockman, le dice: “¿quién crees que se atrevería a venir aquí, sabiendo que el agua está infectada?”.

Pero el doctor insiste y trata de hacer comprender que estarían viviendo en la mentira, que sería en el perjuicio del pueblo: “¿es que no comprendes? Traficamos con inmundicias y podredumbre. ¡Toda nuestra vida social tan floreciente, se funda en un fraude”! El doctor Stockman conoce el peligro de la infección y convoca a una asamblea general para informar de la situación. Lo que les dice nos resulta familiar: “el balneario es un sepulcro blanqueado, ni más ni menos. Créanme, las aguas son peligrosas para la salud. Todas las inmundicias del valle de los Molinos van a parar a las cañerías, envenenan el agua y toda esa porquería va a desembocar al mar, a la playa…”

Las autoridades civiles y los propietarios exhiben al doctor Stockman como lunático y la gente acaba rechazando sus argumentos. La Voz del Pueblo juega un papel importante y, según sus intereses económicos, apoya al bando empresarial.
En el principio ponía en alto las ideas liberales del doctor Stockman pero acabó dando la razón a los inversionistas.

Influida la gente por la versión de la prensa, y también por su  necesidad que el balneario siga funcionando, pues de eso depende el comercio, hoteles, restaurantes y trasporte, termina por rechazar los argumentos del doctor Stockman. En la asamblea general informativa la gente acaba insultándolo y apedrea su casa.

Lo despiden de su empleo, a sus hijos los expulsan de la escuela y el propietario le pide que entregue la casa que habita con su familia. Decide irse a vivir a América. Pero al capitán Horster, que va a conducir el barco, también lo despide de su empleo por ser amigo del doctor Stockman. Catalina, la esposa del doctor, comparte con él sus ideas pero intenta ser práctica y piensa en las necesidades inmediatas: “Tomás, acuérdate de los niños ¡míralos! ¿Qué será de ellos?” Y él contesta: “Quiero conservar el derecho de mirar a mis hijos cara acara cuando lleguen a ser hombres”

Acorralado por lo intereses económicos de los dueños del balneario, y rechazado por el pueblo, al que la prensa sigue azuzando, el doctor Stockman toma la decisión. No irá a América ni abandonará su aldea. Ha concebido la idea de que un hombre solo puede ser en realidad muy fuerte. No es que se haya puesto contra el pueblo, al que él quería salvar, sino que entiende que al pueblo le falta preparación para poder distinguir lo que lo perjudica y quiénes lo perjudican. Le dice a uno de los periodistas de La Voz del Pueblo: “ya no se trata solamente del asunto de las aguas, ¿comprende usted? Es preciso purificar la sociedad por completo”

Vivirá en una parte de la casa que el capitán Horster le ha ofrecido. El doctor Stockman educará a sus propios hijos. Vivirá de la consulta que le soliciten los pobres. Pero comprende que necesita desarrollar el descubrimiento que un hombre solo es el más fuerte con respecto a una comunidad débil. Al contrario, una comunidad, por medio de la educación, será también fuerte. Pero eso por ahora no es posible.

Para tal efecto encarga a sus hijos que, entre sus amigos de juego, le traigan a cuanto “pillete” puedan convencer.. Él les va a enseñar: “¡Siempre,  quedan los pobres, los que no pagan! Son los pobres, principalmente, los que me necesitan y como no tendrán más remedio que escucharme, les predicaré día y noche”.

No se trata de luchar solo contra el mundo ni estar contra la humanidad. La enfermedad del balneario es la metáfora que en la sociedad de la aldea hay una infección, una patología social, que amenaza destruirla….Pero sólo mediante el conocimiento se podrá  salvar…

Esta obra de teatro, en cinco actos, fue escrita en 1882, En el principio Un Enemigo del Pueblo fue  una obra rechazada. Con el tiempo sería presentada en los mejores teatros del mundo, hasta nuestros días, traducida y publicada en todos los idiomas y con millones de ejemplares editados. Esto por la sencilla razón que en el planeta siempre hay guerras, los pobres son los que mueren y los dueños del balneario quedan a salvo. La agente quiere saber qué fenómenos sociales, o económicos, las causan…




Henrik Johan Ibsen (1828 - 1906) fue un dramaturgo y poeta noruego.
Nació el 20 de marzo de 1828 en el puerto de Skien, pequeña ciudad al sur de Noruega, y murió el 23 de mayo de 1906 en Cristianía (actual Oslo). Ibsen es considerado el más importante dramaturgo noruego y uno de los autores que más han influido en la dramaturgia moderna, padre del drama realista moderno y antecedente del teatro simbólico. En su época, sus obras fueron consideradas escandalosas por una sociedad dominada por los valores victorianos, al cuestionar el modelo de familia y de sociedad dominantes. Sus obras no han perdido vigencia y es uno de los autores no contemporáneos más representado en la actualidad.

La Farge y estampas de los indios norteamericanos

La pareja que descubrió, caminó  y conquistó un continente

Llegaron al Nuevo Mundo a través de Siberia. Avanzaron poco a poco, en pequeños grupos, en un periodo de  cincuenta mil años. Desde Canadá hasta México los arqueólogos han  hallado huellas de estos primitivos pobladores.

Hablar de los pobladores originales de América es referirse a  un universo abstracto, real y mágico.
Oliver La Farge publicó un libro con pinturas de la vida de numerosas etnias de norteamérica, propiamente Estados Unidos: Indios Americanos,1960 (versión en español), editado en España. Un  trabajo de contenido artístico inmensurable. Ofrecemos algunas de estas magnificas estampas.
O.La Farge.Nueva York 19 diciembre 1901- Santa Fe 2 de agosto 1963. Escritor y antropólogo americano, ganador del Premio Pulitzer,1930. La mayor parte de su trabajo como antropólogo estuvo dedicado al estudio de la cultura nativa americana.



Un cuadro de convivencia grupal que ya no veremos en el neoliberalismo.

Pintura en una kiva hopi.  muestra el pensamiento abstracto porcedente de tiempos prehistóricos

Otra escena de vida comunitaria etnica



Para bien y para mal, el histórico encuentro de dos mundos

Una madre de la etnia de los mescaleros.Igual la madre puede ser negra, blanca, amarilla, morena, rubia...La madre - hijo no saben de colores, países ni continentes. Son madre e hijo y eso quiere decir todo el universo.

"Ser madre es algo tan fundamental que no cuenta como una influencia.Es una forma de existir." Louise Erdrich, novelista norteamericana.


Morente y los tucumanos en la filosofía

Manuel García Morente: Lanzarse por su propia cuenta y riesgo a filosofar



Manuel García Morente desarrolló un curso de filosofía en la Universidad Nacional de Tucumán, República Argentina, en 1937. A raíz de este suceso se editó un libro con el título Nociones preliminares de filosofía. El que conoce la obra sabe de la modestia del autor. Se trata de una investigación y preparación académica de primera línea. Una ojeada a la impresionante bibliografía del autor  lo confirma.

La intención de este curso no era  llenar de información a los estudiantes tucumanos sino enseñarlos a pensar por su propia cuenta: “iniciarse en filosofía no es asimilar un saber logrado, sino lanzarse, por propia cuenta  y riesgo, a filosofar”.

Más o menos por esa época (después de la primera guerra mundial) los mexicanos en la escala del pueblo teníamos el noventa por ciento de analfabetismo. El pensador mexicano José Vasconcelos repartía desesperado, por tanto atraso, libros de los clásicos griegos y los trabajos  de las más grandes obras del pensamiento europeo y occidental, mismo que fueron distribuidas por todos los rincones  de México, en las comunidades rurales  en lo que se conoce como las “misiones culturales”. Magros resultados arrojó tan portentoso esfuerzo educador si tomamos en cuenta que, en pleno siglo veintiuno, y según recientes  cifras oficiales, los mexicanos leemos dos libros promedio- cabeza al año. Pocos mexicanos  leen muchísimo, muchos leen poco y el resto ve televisión. De ahí que encontremos un esfuerzo civilizador loable en las autoridades educativas de la Universidad Nacional de Tucumán. Y sobre todo recordemos la frase del sabio español Morente: “lanzarse por propia cuenta y riesgo a filosofar”.

El eje del curso lo constituyeron los problemas metafísico y gnoseológico (teoría del saber, del conocer), las cuestiones solidarias del ser y del conocer, en sus vicisitudes históricas. Aparece Tales de Mileto, el primer filósofo griego en sentido cronológico y el primero en buscar el origen de las cosas y, “la cosa en sí” como imposible del conocimiento científico. Morente:“ Todo razonamiento que tenga la pretensión de ser a un mismo tiempo conocimiento científico y llegar a captar cosas “en sí”, es necesariamente inválido, imposible, y la metafísica, que desde Parménides viene teniendo la pretensión de ser, en efecto, un conocimiento científico, racional, teorético, es completamente imposible”.

Heráclito, seiscientos años antes de Cristo incursionando en los antecedentes del método científico. Parménides con su ser único, eterno e ilimitado pero también el que pensó en la realidad de las cosas. Luego Platón y Aristóteles como las dos cumbres del pensamiento griego. El “ex nihilo nihili” de Kant en el “de nada no sale nada”.

Decía Morente que los científicos hagan ciencia y los filósofos cultura.

Las cosas reales tiene temporalidad: “Las cosas que son reales, que tiene primero ser, y segundo ser real, necesariamente son reales en el tiempo. Es decir, tiene un ser que comienza a ser, que está siendo y que deja de ser”.

Pero después de este devenir nos encontramos cara a cara con la esencia: “La esencia ya no es una cosa en el mundo de las cosas reales; ya la esencia no es una realidad; ya la esencia no está en el tiempo, ni es causada, ni causante, ni es real…hemos tropezado sin solución de continuidad, con uno de los elementos de que está constituido el otro mundo, el de las cosas ideales. Porque las esencias son cosas ideales.
Morente llama a no perder de vista la realidad: “Tenemos cuatro categorías ónticas fundamentales en las cuales se expresa la estructura de esa primera región de la objetividad, que son: el ser, la realidad, la temporalidad y la causalidad”.





Bibliografía de Manuel García Morente:
1912 La Estética de Kant. Memoria, Librería general de Victoriano Suárez, Madrid 1912, 75 págs.
1913? Introducción a la traducción de Angel Sánchez Rivero de Pablo Natorp, Pedagogía social, teoría de la educación sobre la base de la comunidad, Ediciones de la Lectura, Madrid 1913?, 374 págs.
1913 Traducción directa del alemán, junto con Emilio Miñana y Villagrasa, de Manuel Kant, Crítica de la Razón Práctica, Librería general de Victoriano Suárez (Colección de filósofos españoles y extranjeros, publicada bajo la dirección de Adolfo Bonilla San Martín, nº 3), Madrid 1913, 330 páginas. Espasa-Calpe (Austral nº 1589), 2ª ed., Madrid 1981.
1914 Traducción directa del alemán de Manuel Kant, Crítica del Juicio, Victoriano Suárez (Colección de filósofos españoles y extranjeros, nº 5 y 6), Madrid 1914, 2 tomos, 556 págs. (primera parte: Crítica del juicio estético; segunda parte: Crítica del juicio teleológico, páginas 323 a 556); 2ª ed., Victoriano Suárez, Madrid 1958, 2 tomos, 452 págs. + 459-702 págs. Espasa-Calpe (Austral nº 1620), Madrid 1977, 406 págs.; 2ª ed., 1981; 3ª ed., 1984. Espasa-Calpe (Austral nº 167), 5ª ed., Madrid 1991, 487 págs.
191? Traducción del francés, prólogo y notas de Renato Descartes, Discurso del método y Meditaciones metafísicas, Jiménez-Fraud (Colección Granada), Madrid 191?, XXX + 247 págs. Espasa-Calpe Argentina (Austral nº 166), Buenos Aires 1937; 26ª ed. 1991. Selecciones Austral (Filosofía nº 21), Madrid 1976, &c. Numerosas ediciones en distintas colecciones y editoriales.
1917 La filosofía de Henri Bergson; con el discurso pronunciado por M. Bergson en la Residencia de Estudiantes... en 1916, Publicaciones de la Residencia de Estudiantes, Madrid 1917, 150 págs. Selección e introducción de Pedro Muro Romero, Espasa-Calpe (Austral nº 1495), Madrid 1972, 147 págs.
1917 La filosofía de Kant, una introducción a la filosofía, Imprenta Hijos de Tello, Madrid 1917, 361 págs. Con una introducción y revisión por Antonio Fernández-Galiano, Librería general Victoriano Suárez (Colección de Filósofos Españoles y Extranjeros), Madrid 1961, 342 págs. Espasa-Calpe (Austral nº 1591), Madrid 1975, 210 págs.; 3ª ed., 1986. Con una presentación de Juan Miguel Palacios, Cristiandad (Col. Pensamiento y teología), Madrid 2004, 254 págs.

1921 Traducción del alemán de Manuel Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres. Filosofía moral, Calpe (Colección Universal, nº 511 y 512), Madrid 1921, 143 págs. Espasa-Calpe (Austral nº 648), 2ª ed., Madrid 1963, 146 págs.; 3ª ed., Madrid 1967, 146 págs.; 8ª ed., Madrid 1983, 146 págs. Real Sociedad Matritense de Amigos del País (Col. Torre de los Lujanes, nº 7), Madrid 1992, 119 págs. Encuentro (Opuscula philosophica nº 18), Madrid 2003, 124 págs.
1922 Traducción del alemán de Heinrich Rickert, Ciencia cultural y ciencia natural, Calpe (Biblioteca de ideas del siglo XX, dirigida por José Ortega y Gasset, nº 1), Madrid 1922, 152 págs. Espasa Calpe (Austral nº 347), 4ª ed., Madrid 1965.
1923 Traducción del alemán de Oswaldo Spengler, La decadencia de Occidente, bosquejo de una morfología de la historia universal, Calpe (Biblioteca de ideas del siglo XX, nº 4, 6, 8 y 9), Madrid 1923-1926, 4 tomos. [desde 1926 Espasa-Calpe.] 10ª ed., 1958; 11ª ed., 1966; 12ª ed., 1976; 14ª ed. 1989.
1925 Traducción del alemán de Jakob von Uesküll, Cartas biológicas a una dama, Revista de Occidente (Nuevos hechos, nuevas ideas, nº 5), Madrid 1925, 169 págs.
1925 Traducción del alemán de Guillermo Worringer, La esencia del estilo gótico, Revista de Occidente, Madrid 1925, 157 págs.
1927 Traducción del alemán de Franz Brentano, El origen del conocimiento moral, Revista de Occidente (Nuevos hechos, nuevas ideas nº 16), Madrid 1927, 140 págs.
1927 Traducción del alemán de Hermann Leininger, La herencia biológica, Revista de Occidente (Nuevos hechos, nuevas ideas nº 22), Madrid 1927, 198 págs.
1928 Traducción directa del alemán de Manuel Kant, Crítica de la Razón Pura, Victoriano Suárez (Colección de filósofos españoles y extranjeros), Madrid 1928, 2 tomos. Segunda edición: Librería general de Victoriano Suárez, Madrid 1960, 2 tomos, 614 págs.
1930 Traducción del alemán de David Katz, El mundo de las sensaciones tactiles, Revista de Occidente (Nuevos hechos, nuevas ideas nº 32), Madrid 1930, 271 págs.
1931 Traducción del alemán de Alejandro Pfänder, Fenomenología de la voluntad, Revista de Occidente (Nuevos hechos, nuevas ideas nº 35), Madrid 1931, 242 págs.
1931 Traducción de Walter Goetz, Historia universal, desarrollo de la humanidad en la sociedad y el estado, en la economía y la vida espiritual, 10 vols., Espasa-Calpe, Madrid 1931-1936; 5ª ed., 1958; 6ª ed., 1962; 7ª ed., 1965, 8ª ed., 1969.
1932 Ensayos sobre el progreso, Discurso de ingreso en la Academia de Ciencias Morales y Políticas, Contestación de don Adolfo G. Posada, Academia de Ciencias Morales y Políticas, Madrid 1932, 154 págs. Con una presentación de Juan Miguel Palacios, Dorcas, Madrid 1980, 107 págs. Con un prólogo de Juan Miguel Palacios, Encuentro (Ensayos nº 209), Madrid 2002, 125 págs.
1934 De la metafísica de la vida a una teoría general de la cultura (curso en Buenos Aires de 1934), edición de Juan Miguel Palacios y Rogelio Rovira, Facultad de Filosofía (Philosophica Complutensia, nº 6), Universidad Complutense, Madrid 1995, 192 págs.
1935 «Ensayo sobre la vida privada», en Revista de Occidente (nº 47, enero-marzo). Reeditado como opúsculo: Universidad Complutense, Madrid 1972, 55 págs. Facultad de Filosofía (Excerpta philosophica nº 4), Universidad Complutense, Madrid 1992, 60 págs. Encuentro (Opuscula philosophica nº 2), Madrid 2001, 60 págs.
1938 El cultivo de las humanidades [conferencia], Instituto Social, Universidad Nacional del Litoral, Santa Fé 1938, 28 págs.
1938 Orígenes del nacionalismo español: conferencia pronunciada en... Montevideo el día 24 de mayo de 1938, Buenos Aires 1938, 51 págs.
1938 Idea de la Hispanidad (conferencias pronunciadas los días 1 y 2 de junio de 1938 en la Asociación de Amigos del Arte, Buenos Aires), Espasa-Calpe Argentina, Buenos Aires 1938 (acabado de imprimir el día 30 de octubre de 1938), 123 páginas; 2ª ed., Espasa-Calpe Argentina, Buenos Aires 1939, 123 págs; 3ª edición «aumentada», Espasa-Calpe, Madrid 1947, 266 páginas (se mantiene prácticamente sin cambios el texto de las dos conferencias pronunciadas y publicadas en 1938, pero ofrece además «El Pontificado y la Hispanidad», conferencia pronunciada el 12 de mayo de 1942 en la Real Academia de Jurisprudencia de Madrid, e «Ideas para una filosofía de la historia de España», discurso de apertura del curso académico de 1942-1943 en la Universidad Central, Madrid. Esta edición ampliada de 1947 pasó en 1961 a convertirse en el volumen número 1302 de la Colección Austral, Espasa-Calpe, Madrid 1961, 229 páginas.
1942 Ideas para una filosofía de la historia de España, Discurso correspondiente a la apertura del curso 1942-1943, por el Doctor..., Universidad de Madrid, Madrid 1942, 97 págs. Reeditado con un prólogo de Juan Zaragüeta, Servicio de Publicaciones, Universidad de Madrid, Madrid 1943, XLI + 118 págs. Incorporado desde 1947 a las ediciones de Idea de la Hispanidad. Reeditado con un estudio preliminar de Rafael Gambra, Rialp (Biblioteca del pensamiento actual nº 70), Madrid 1957, 308 págs.
1943 Cuatro sermones que... D. Manuel García Morente... pronunció con motivo del primer triduo celebrado por la Hermandad de Caballeros de San Fernando en... 1942, Madrid 1943, 46 págs.
1943 Lecciones preliminares de filosofía, Editorial Losada (Biblioteca Filosófica, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Tucumán), Buenos Aires 1943, X + 409 págs.; 13ª ed., Losada (Biblioteca Filosófica), Buenos Aires 1969, X + 409 págs.; 14ª ed., Época, México 1979, X + 410 págs.
1943 & Juan Zaragüeta Bengoechea, Introducción a la filosofía, Espasa-Calpe, Madrid 1943, 617 págs. A partir de la segunda edición modifica su título: Fundamentos de filosofía e historia de los sistemas filosóficos, Espasa-Calpe, 2ª ed., Madrid 1947, 632 págs.; 5ª ed., Madrid 1960, 632 págs.; 6ª ed., Madrid 1967, 518 págs.; 7ª ed., Madrid 1973, 518 págs.; 8ª ed., Madrid 1979, 518 págs.
1945 Ensayos, Revista de Occidente, Madrid 1945, 225 págs.
1961 Ejercicios espirituales, presentación por Mauricio Iriarte S. I., Espasa-Calpe, Madrid 1961, 169 págs.
1975 Escritos pedagógicos, selección y presentación de Pedro Muro Romero, Espasa-Calpe (Austral nº 1571), Madrid 1975, 239 págs.
1986 El «Hecho extraordinario» y otros escritos, prólogo de Antonio Millán-Puelles, Rialp (Naturaleza e historia nº 51), Madrid 1986, 220 págs. Rialp, Madrid 1996, 127 págs.
1987 Escritos desconocidos e inéditos, edición preparada por Rogelio Rovira y Juan José García Norro; prólogo de Antonio Millán-Puelles, Editorial Católica (Biblioteca de Autores Cristianos, nº 489), Madrid 1987, XVI + 487 págs.
1996 Obras completas, edición de Juan Miguel Palacios y Rogelio Rovira, 4 vols. Fundación Caja Madrid & Anthropos, Barcelona 1996. (Vols 1-2: 1906-1936; vols 3-4: 1937-1942.)



 Una noticia del autor
Manuel García Morente (Arjonilla, Jaén, 22 de abril de 1886Madrid, 7 de diciembre de 1942) fue un filósofo español. Gran divulgador, traductor de destacadas obras del pensamiento europeo, filósofo de cuño original, extraordinario profesor, gracias a su magisterio oral y escrito se iniciaron en la filosofía, y aún hoy día lo siguen haciendo, multitud de promociones universitarias españolas.
La primera formación de Morente es francesa. Cursó el bachillerato en el Liceo de Bayona y obtuvo el diploma de licenciado en Letras en la Universidad de Burdeos (1905). Ya en España comienza su docencia en la Residencia de Estudiantes de la Institución Libre de Enseñanza (1906) y viaja a Alemania, becado por la junta de Ampliación de Estudios para aprender filosofía de los neokantianos de Marburgo: Cassirer, Cohen y Natorp.
Tras el inicio de la Guerra Civil, en 1936, fue destituido de sus cargos en la Universidad de Madrid. Se refugió en París, donde le sucedió lo que luego denominó «hecho extraordinario» y que motivó su conversión profunda al catolicismo, durante la noche del 29 al 30 de abril de 1937, mientras escuchaba La infancia de Jesús de Berlioz.
En julio de 1937 marchó a Argentina, donde fue profesor en la Universidad Nacional de Tucumán, hasta que en junio de 1938 volvió a España, iniciando su formación como seminarista en Pontevedra.
Los últimos años de su vida, ya asimilada la filosofía tomista (entre sus escritos inéditos se encuentra la traducción de las cinco primeras cuestiones de la Suma Teológica), se caracterizan por un marcado interés en realizar una Filosofía de la Historia de España —1942, Ideas para una Filosofía de la Historia de España— y por un intento de desarrollo de las metafísicas especiales larvadas en su diferenciación de los distintos ámbitos de la realidad: físico, psíquico, ideal, axiológico, histórico y sobrenatural. Fue ordenado sacerdote en 1940, y murió en Madrid el 7 de diciembre de 1942. Juan Zaragüeta

Justificación de la página

La idea es escribir.

El individuo, el grupo y el alpinismo de un lugar no pueden trascender si no se escribe. El que escribe está rescatando las experiencias de la generación anterior a la suya y está rescatando a su propia generación. Si los aciertos y los errores se aprovechan con inteligencia se estará preparando el terreno para una generación mejor. Y sabido es que se aprende más de los errores que de los aciertos.

Personalmente conocí a excelentes escaladores que no escribieron una palabra, no trazaron un dibujo ni tampoco dejaron una fotografía de sus ascensiones. Con el resultado que los escaladores del presente no pudieron beneficiarse de su experiencia técnica ni filosófica. ¿Cómo hicieron para superar tal obstáculo de la montaña, o cómo fue qué cometieron tal error, o qué pensaban de la vida desde la perspectiva alpina? Nadie lo supo.

En los años sesentas apareció el libro Guía del escalador mexicano, de Tomás Velásquez. Nos pareció a los escaladores de entonces que se trataba del trabajo más limitado y lleno de faltas que pudiera imaginarse. Sucedió lo mismo con 28 Bajo Cero, de Luis Costa. Hasta que alguien de nosotros dijo: “Sólo hay una manera de demostrar su contenido erróneo y limitado: haciendo un libro mejor”.

Y cuando posteriormente fueron apareciendo nuestras publicaciones entendimos que Guía y 28 son libros valiosos que nos enseñaron cómo hacer una obra alpina diferente a la composición lírica. De alguna manera los de mi generación acabamos considerando a Velásquez y a Costa como alpinistas que nos trazaron el camino y nos alejaron de la interpretación patológica llena de subjetivismos.

Subí al Valle de Las Ventanas al finalizar el verano del 2008. Invitado, para hablar de escaladas, por Alfredo Revilla y Jaime Guerrero, integrantes del Comité Administrativo del albergue alpino Miguel Hidalgo. Se desarrollaba el “Ciclo de Conferencias de Escalada 2008”.

Para mi sorpresa se habían reunido escaladores de generaciones anteriores y posteriores a la mía. Tan feliz circunstancia me dio la pauta para alejarme de los relatos de montaña, con frecuencia llenos de egomanía. ¿Habían subido los escaladores, algunos procedentes de lejanas tierras, hasta aquel refugio en lo alto de la Sierra de Pachuca sólo para oír hablar de escalada a otro escalador?

Ocupé no más de quince minutos hablando de algunas escaladas. De inmediato pasé a hacer reflexiones, dirigidas a mí mismo, tales como: “¿Por qué los escaladores de más de cincuenta años de edad ya no van a las montañas?”,etc. Automáticamente, los ahí presentes, hicieron suya la conferencia y cinco horas después seguíamos intercambiando puntos de vista. Abandonar el monólogo y pasar a la discusión dialéctica siempre da resultados positivos para todos. Afuera la helada tormenta golpeaba los grandes ventanales del albergue pero en el interior debatíamos fraternal y apasionadamente.

Tuve la fortuna de encontrar a escaladores que varias décadas atrás habían sido mis maestros en la montaña, como el caso de Raúl Pérez, de Pachuca. Saludé a mi gran amigo Raúl Revilla. Encontré al veterano y gran montañista Eder Monroy. Durante cuarenta años escuché hablar de él como uno de los pioneros del montañismo hidalguense sin haber tenido la oportunidad de conocerlo. Tuve la fortuna de conocer también a Efrén Bonilla y a Alfredo Velázquez, a la sazón, éste último, presidente de la Federación Mexicana de Deportes de Montaña y Escalada, A. C. (FMDME). Ambos pertenecientes a generaciones de más acá, con proyectos para realizare en las lejanas montañas del extranjero como sólo los jóvenes lo pueden soñar y realizar. También conocí a Carlos Velázquez, hermano de Tomás Velázquez (fallecido unos 15 años atrás).

Después los perdí de vista a todos y no sé hasta donde han caminado con el propósito de escribir. Por mi parte ofrezco en esta página los trabajos que aun conservo. Mucho me hubiera gustado incluir aquí el libro Los mexicanos en la ruta de los polacos, que relata la expedición nuestra al filo noreste del Aconcagua en 1974. Se trata de la suma de tantas faltas, no técnicas, pero sí de conducta, que estoy seguro sería de mucha utilidad para los que en el futuro sean responsables de una expedición al extranjero. Pero mi último ejemplar lo presté a Mario Campos Borges y no me lo ha regresado.

Por fortuna al filo de la medianoche llegamos a dos conclusiones: (1) los montañistas dejan de ir a la montaña porque no hay retroalimentación mediante la práctica de leer y de escribir de alpinismo. De alpinismo de todo el mundo. (2) nos gusta escribir lo exitoso y callamos deliberadamente los errores. Con el tiempo todo mundo se aburre de leer relatos maquillados. Con el nefasto resultado que los libros no se venden y las editoriales deciden ya no publicar de alpinismo…

Al final me pareció que el resultado de la jornada había alcanzado el entusiasta compromiso de escribir, escribir y más escribir.

Seguidores