Nietzsche y el porvenir de la cultura

En este trabajo el punto es la conservación del idioma y  el periodismo es tomado como el leitmotiv de su deformación.

La “cultura auténtica” por la que aboga Nietzsche es la que emana de la disciplina del cristianismo luterano. Del otro lado de la raya está la barbarie llámese como se llame la religiosidad o llámese como se llame la laicidad.

Dice tácitamente que le importan un bledo el humanismo que sale del  catolicismo como el que después saldrá del jacobinismo: “debemos mantenernos apegados al espíritu alemán que se manifestó en la Reforma alemana y en la música alemana, y que ha demostrado, con la extraordinaria audacia y el rigor  de la filosofía alemana. Esa fuerza resistente, hostil a cualquiera apariencia, de que podemos esperar todavía una victoria sobre la pseudo cultura de la “época actual” (Fábulas 85 y 147).


Desde luego que el ejercicio dialéctico no es del agrado de muchos. Tenemos ideas inamovibles. Cualquier fotógrafo sabe que no se llega directamente al foco exacto a la primera. Ni aun las cámaras digitales de enfoque automático. Tienen que enfocar y desenfocar para encontrar la óptima claridad. Este es el ejercicio que procuramos evitar. Nos gusta la cómoda  abstracción y sacrificamos el todo. Nietzsche nos invita a mirar del otro lado de nuestra cómoda y “verdadera” posición. Lo hace a su manera, sin concesión. Sin importarle el gesto que hagamos en la cara.

Nietzsche urge tomar en serio la lengua que se habla en ese país. Se refiere particularmente a la lengua materna. “¡Tomad en serio vuestra lengua! Quien no consiga sentir un deber sagrado en ese sentido no posee ni siquiera el germen del que pueda  surgir una cultura superior”. Para poder llegar a esta cultura superior es necesario buscar con afán la cultura de la Grecia clásica. Lo demás, dice, lo demás es puro periodismo…


Hace la observación que muchos aprenden a escribir a través de ser lectores de periódicos. Su opinión no es nada favorable a este respecto.”Hoy todos hablan y escriben naturalmente la lengua alemana con la ineptitud y la vulgaridad propia de una época que aprende el alemán en los periódicos”.

A este respecto el filósofo alemán coincide con el escritor  inglés  J. Middleton Murry.  En El estilo Literario (FCE México- Buenos Aires 1966) Murry dice: “...el lenguaje, como medio de comunicación entre los miembros de un inmenso conjunto de personas, tiende siempre, como el dinero que pasa de mano en mano, a gastarse y a perder las aristas. Y este proceso se acelera grandemente con el crecimiento de los periódicos. Los que escriben en los periódicos, si acaso tiene voluntad de hacerlo, carecen del tiempo necesario para mantener el aliño y precisión de su lenguaje; más aun, si tuvieran tiempo y lo utilizaran para este propósito, pronto perderían el empleo. Su negocio es dirigirse a la mentalidad media, y para hacerlo tiene  que utilizar el vocabulario de la mentalidad media: si no lo hacen así, recibirán el homenaje de ser declarados ilegibles, lo cual, cuando llega  a oídos del dueño del periódico, equivale a una sentencia de muerte”.

A través de estas lecturas de periódico, dice Nietzsche, es como se va reduciendo la cultura  del pueblo. Un pueblo que se supone culto y a partir de ahí va empobreciéndose culturalmente. Y, como individuo, alguien que va aprendiendo de un modelo de calidad deficiente: Agrega   que:  las escuelas no preparan para la cultura y ni siquiera para la erudición, sino que su cometido  es sólo  “preparar para el periodismo”.


Es de notarse que aquí los periodistas son la carne del sandwich.Por una parte la gran oportunidad de civilizarse el erial,las masas que se encuentran en el punto cero de la cultura ven en ellos,y con todo fundamento,la oportunidad de salir de las tinieblas de la ignorancia. Por la otra parte son los "culturalizados al vapor",así se trate de egresados de la academia.Andan tan a la carrera cubriendo eventos y escribiendo sus notas que poco tiempo y fuerza tienen para subir peldaños a la escalera cultural.A la gran cultura griega clásica, dice Nietzsche.

Lo peor es que la deficiencia de la cultura no se debe al desconocimiento de ese basto panorama cultural que la humanidad ha dado a través de los siglos. Esta deficiencia, dice, puede ser buscada por los mimos profesores. “…en el instituto, es el propio profesor  quien esparce las semillas de un grosero y deliberado entendimiento incorrecto de nuestros clásicos: después  dicho entendimiento  incorrecto se hace  pasar por crítica estética, y no es otra cosa que barbarie”.

Luego señala una manera de hacer abortar las potencialidades que con más tiempo darían frutos de calidad. En las escuelas se presiona al estudiante joven a elaborar, mediante la  composición,  aspectos psicológicos de su vida, cuando todavía no es tiempo para ello: “ todo un mundo de problemas, que requieren la meditación más profunda, se abre ante el joven estupefacto, hasta aquel  momento casi inconsciente, y se confía a su decisión…En el instituto se presupone  una cultura formal, que en la actualidad consiguen alcanzar sólo poquísimos hombres, en edad madura…en el instituto se inculcan continuamente a las nuevas generaciones todos los males de nuestro ambiente literario y artístico, o sea, la tendencia a producir  de modo apresurado y vanidoso, la manía despreciable de escribir libros, la completa falta de estilo, un modo de expresarse que no se ha refinado, que carece de carácter o pobremente afectado, la pérdida de cualquier canon estético, el deleite en la anarquía y el caos, en resumen, todos los rasgos literarios de nuestro periodismo y al mismo tiempo de nuestro mundo académico”.

Nietzsche respeta mucho el campo del nivel tecnológico. Y por extensión las disciplinas universitarias de las ciencias exactas: "Sin embargo, no creáis, amigos míos, que desee escatimar elogios a nuestras escuelas técnicas y a las primarias superiores: respeto los lugares donde se aprende correctamente la aritmética,se llega a dominar una lengua, se aprende en serio la geografía y se provee uno de los sorprendentes  conocimientos de la ciencia natural".

Pero es en el campo de las "humanidades" donde se da la deformación o, para decirlo con mesura, donde se da la "deliberada limitación".En este libro se anuncia el advenimiento de Zaratustra en la presencia del "filósofo". El viejo cascarrabias Zaratustra sabe que a  la escalera, para llegar a la gran cultura, ahora le faltan algunos peldaños. ¿Cómo llegar  a la mítica soledad de su montaña? "Si elimináis a los griegos, con su filosofía y su arte, ¿por qué escalera pretenderéis subir hacia la cultura?".

Estas ideas sobre la cultura Federico Nietzsche la expuso en 1872, en el trascurso de una serie de conferencias, cuando todavía era profesor de la universidad de  Basilea. Y de inmediato, ese mismo año, por orden de Bismarck, canciller de Prusia (Alemania apenas se estaba unificando como nación),  que el Parlamento prusiano aprobó este programa educativo que se conocería como kulturkampf (lucha cultural).

Tuvo su contexto en el complicado panorama político europeo de dos guerras  que Prusia sostuvo primero con Austria y después con Francia. También  con algo que el canciller protestante creía como "una conjura católica internacional" y otra conjura del marxismo que empezaba a levantar vapor. Y en general contra todas las maquinaciones palaciegas que en su tiempo se conoció como la "Liga de los Tres Emperadores". Frente a todo eso Alemania sentía necesidad de tener una definición cultural y Bismarck la llevó a cabo.
La política alemana, empero, con el tiempo dentro de Europa acabó por desatenderse de la kulturkampf como iniciativa de Estado.
Pero el impulso filosófico con el que fue dicho en Basilea por Nietzsche nada tuvo que ver con programas de Estado y sigue jugando en el mundo de las ideas.

 Bismarck en la época en que proclamó la kulturkampf.

El alter ego de Nietzsche es, en este relato de las conferencias leidas en Basilea, un “filosofo” que junto a su “acompañante”, hacen una serie de consideraciones sobre cultura humanística. “¿Pero cómo llegar a la cultura humanística si se carece de guías auténticos?", pregunta el acompañante.

  Sólo hay una manera: leer a los grandes pensadores.A los individuos  “Se les habitúa a filosofar de modo independiente, cuando, en realidad, habría que obligarlos a escuchar a los grandes pensadores. El resultado de todo eso es que permanecerán para siempre alejados de la antigüedad, y se convertirán en los servidores de la moda”. Hablarás como hablan los periódicos, no como hablan los buenos libros.

¡Aguas deportistas con los Imecas!

Hemos sufrido en México  tres precontingencias ambientales en lo que va del año (junio 2010). Esto quiere  decir que en situación de deporte mejor ni salir de casa. En serio.  Es sumamente peligroso para la salud. Los principales   contaminantes son el plomo, bióxido de azufre, monóxido de carbono, óxido de nitrógeno y un sin fin de partículas suspendidas.

Los deportistas necesitaríamos estar atentos cada día con los grados de contaminación del aire, en este caso para la ciudad de México. Los alpinistas cuando piensan ir a las montañas primero consultan el estado del tiempo, si se avecina un “norte” o  cualquiera de esas perturbaciones atmosféricas.

 Así necesitarían  hacerlo todos los que practican deportes en el valle, como ciclistas,  corredores, futbolistas, frontonistas, beisbolistas, etc.¿Qué temporadas son las más peligrosas para la practica del deporte al aire libre. Por ejemplo la hermosa primavera de los poetas es la época del año con las más elevadas temperaturas y poca circulación del aire.

Pero no es la primavera la que tiene la culpa sino una serie de factores humanos como la absurdidad de vehículos que circulan por nuestras calles o las emanaciones industriales. A estas substancias se suman otras de fuentes naturales como volcanes, cadáveres de animales que se descomponen al aire libre, mucha defecación también al aire libre, etc. Y principalmente donde hay autoridades que no aplican el presupuesto suficiente en políticas de sanear el medio ambiente.


Ahora que todo mundo está familiarizado con la computadora basta que en Internet escriba en Geoogle las palabras “Imeca D. F.” y de inmediato tendrá la información. Esto para la ciudad de México pero en cada lugar del planeta se encontrará su equivalente.

En la actualidad es difícil hablar de una ciudad o una región con determinadas características ambientales  y otras con condiciones idílicas. Los alpinistas lo hemos comprobado una y otra vez. Los aires fuertemente contaminados desbordan aun los puertos más altos entre las montañas y van a contaminar hasta los pueblos o villas más alejadas. Y las corrientes de aire más elevadas, agarrando ciertas alturas, recorren continentes globalizando patológicamente el planeta.

Por lo anterior entendemos que la "solución total"  no está al alcance de gobierno alguno en lo particular. Aquí es donde siempre salta la utópica solución de "el remedio corresponde a todos"...


Por ejemplo, la ciudad de México, aparte de lo que localmente ella produce de contaminantes, recibe otros de las zonas industriales de la región de Cuernavaca, de Puebla y de Toluca. Y estas a su vez, reciben, mediante las corrientes de aire,contaminantes de la ciudad de México...Como quien dice es el cuento de nunca acabar.

No queda más que estar al pendiente de cuándo las condiciones son más favorables para hacer ejercicio.

Anotamos que es  la tercera precontingencia que se presenta en este año en la ciudad de México capital. A principio de mayo se declaró una cuando se llegó a los  189 puntos Imeca. El 31 de mayo la segunda con 172 y el sábado  4 de junio con 165.

 Hay que recordar que IMECA  es el Índice  Metropolitano de la Calidad del Aire. Aquí se considera que de 0 a 100 es una cantidad de puntos de contaminación con la que se puede vivir y hacer deporte. Pero rebasando los 100 puntos ya no es satisfactorio y en la medida que se acerque a la cifra 200 se trata de  una situación   peligrosa.

Recientemente Ana Rosa Moreno Sánchez, del departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina, de la Universidad Nacional Autónoma de México,dijo: “Corren riesgo los adultos  que hacen ejercicio en el exterior, porque respiran más rápido y profundo. Por eso, en caso de contingencia ambiental, se recomienda evitar la actividad física al aire libre”(Gaceta UNAM 20 de mayo de 20010, Pág. 9.

En la próxima precontingencia ambiental  mejor piénsalo antes de empezar a correr…O tómate cinco minutos para consultar en la computadora la cantidad de Imecas antes de ponerte el tenis.

Sexualidad y sexo

Sexualidad y sexo son los temas que aparecen en una revista de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México.

 Para muchos, pero muchos, la sexualidad quiere decir “falocentrismo”. Nada más. De ahí que se ha desarrollado toda una simbología y manera de pensar que no va más allá de la erección. Los mexicanos conservamos mucho de la mitología prehispánica que en la actualidad conocemos popularmente  como el “pajarito”. Es un colibrí o una chuparrosa que, se cree, al portador de uno de esos animalitos le trae suerte en el terreno sexual. Los que estén familiarizados con la manera como el colibrí extrae la miel de las flores entenderá por que se le identifica con el acto sexual.


Pintura  del libro:" Maravillas de mundo  Indios Americanos". Autor Oliver La Farge. Ediciones Gaisa,S.L. 1968 

 El colibrí es la representación de Huitzilopochtli, dios de la guerra entre los aztecas. Los imperios de la antigüedad, y de la  actualidad, fomentan la  procreación porque lo que  necesitan es gente que vaya a la guerra. En tiempos de paz, en cambio, se buscan programas para disminuir la natalidad.


Entre más méritos tenía el azteca en la guerra más derecho institucionalizado encontraba para procrear. Era el mejor, el más hombre. De ahí viene que nos interese mucho ahora ser “el más macho”.  Tal pensamiento queda  a través del tiempo en ese pueblo aun cuando ya no es imperio. Y ha quedado de manera tan permanente esa idea entre nosotros que se compran tantos colibríes que estos  están a punto de su extinción.

  El “falocentrismo” es una abstracción del ser humano. Como si dijéramos “senocentrismo” o “vaginacentrismo”. Lo contrario es que  se buscara en el hombre y en la mujer no una abstracción, sino un todo, incluyendo su potencial emocional y cognoscitivo. Estarían las consideraciones de amistad, sentimientos, factores culturales, la comprensión de la pasta humana con sus aciertos y errores, etc. Las relaciones en la que predomina el  falocentrismo son las que ahora denominaríamos como fax track.

Decíamos que la Facultad de Medicina de la UNAM, a través de su revista Atención Familiar, nos ofrece un artículo cuyo tema es el sexo y la sexualidad. Tema omnipresente en todo ser humano pero frente al que también hay mucho desconocimiento y prejuicios. La nota es extensa y muy interesante. Aquí ofrecemos un extracto, apenas una cita. Su título es " Expresión de la conducta sexual en adultos mayores usuarios de la Unidad Médica Familiar”.Vol.17 enero-marzo 2010, páginas 22,23. “La sexualidad es una de las dimensiones más complejas y bellas de la vida humana… La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud sexual como ´la integración de los elementos somáticos, emocionales, intelectuales y sociales del ser sexual, por medios que sean positivamente enriquecedores y que potencien la personalidad, la comunicación y el amor´. Para Maslow (sigue diciendo el artículo), la salud sexual geriátrica es ´la expresión psicológica de emociones y compromisos que requiere la mayor cantidad y calidad de comunicación  entre compañeros  en una relación de confianza, amor y placer, con o sin coito”.

Antropocentrismo VS Tectónica de Placas

Mi yo no quiere aceptar que la Tierra es un planeta vivo ( o que tiene su propia dinámica) y que necesitamos conocerlo para organizar nuestra existencia conforme sus estructuras. La atmósfera, la actividad tectónica y volcánica, el campo magnético. Surgen montañas, desaparecen, se abra el piso e incluso los continentes vayan para allá o para acá. Algunos de estos fenómenos pueden percibirse en la escala de lo humano y otros en el tiempo geológico del  que sólo podemos conocer sus huellas.

 El problema consiste  en que queremos que suceda al revés. Que el planeta se ajuste a nuestras necesidades o gustos o intereses políticos. Se fundan pueblos en zonas volcánicas y un día los habitantes deben emigrar. Se edifican casas a la orilla del mar por lo hermoso del lugar e idílico de la playa y sus palmeras y cuando llega el tsunami media hora después todo ha sido brutalmente barrido.

 Aparece un asentamiento humano en la ladera de la cañada y el agua de las lluvias reblandece ese terreno. En algún momento toda esa ladera se desplaza hacia el fondo del valle llevándose a las personas, sus perros, gatos,  casas y automóviles. ¿Cuántos socavones se han abierto en las calles de Iztapalapa (sur de la ciudad de México) cayendo hasta el fondo las personas dentro de su automóvil?


En las primeras semanas del mes de julio, de 2010, por lo menos tres estados de la república mexicana han sido  golpeados por el huracán Alex:Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas. Después le siguieron los estados de San Luis Potosí, Veracruz, Chiapas, Oaxaca e Hidalgo.Ríos irrumpiendo brutalmente por el centro de las ciudades, levantando carreteras, derribando grandes y modernos puentes. Desapareciendo miles de viviendas con la consecuente afectación de centenares de miles de familias que, de una hora  para la otra, quedaron literalmente en la calle perdiendo propiedades, trabajo, escuelas y vidas. En America del sur, Estados Unidos, y ciudades de Europa igualmente han sido afectadas.


Por necesidad de vivienda, trabajo o estudios, la gente se establece en esos lugares. Haití, Chile, México y quien sabe cuantos países más han sido devastados recientemente por los temblores. Ciudad Universitaria de la ciudad de México se edificó sobre la lava de los volcanes Xitle y Ajusco.

 Con casi siete mil kilómetros de espesor de la superficie al centro del planeta, no hay modo de meter mano y manipular a nuestro antojo  o necesidad el asunto. Salvo que se  quiera vivir en la ciencia -ficción. “Los procesos internos producen  buena parte de los fenómenos superficiales, incluyendo la tectónica de placas, actividad volcánica, sismos y el campo geomagnético” se comentó  en un reportaje publicado  en El Faro UNAM de julio- agoto del 2007.

 Este es el país en el que nos tocó vivir, con dos placas tectónicas bajo nuestros zapatos, por así decirlo, la Americana y la Cocos, sacudiéndonos en el momento menos pensado, con una superficie nacional llena de volcanes que no hay ni para donde hacerse. La actividad humana abarca muy pocos kilómetros de la superficie hacia abajo.

 Es con la extracción indiscriminada de agua de los acuíferos que a la postre van a aparecer los socavones en el subsuelo. Y para acabarla de amolar hay delegaciones políticas de la ciudad capital  que al componer sus calles les echan recubrimiento de cemento y sobre esto el asfalto y con eso están enviando el agua de lluvia, no  a los acuíferos, sino  a las alcantarillas y de aquí hasta el mar. Con el resultado que los acuíferos siguen sin esperanza de recargarse en cantidad suficiente.

Al menos eso estaría de nuestra parte remediar. O técnicas de construcción más ad hoc para suelos sísmicos…

Y, sin embargo, cuando regresa el estío, vuelvo a levantar mi palapa en la orilla de la playa, viendo hacia el oriente, por donde saldrá el sol. O a construir mi casa en la ladera del volcán Chichonal...

El síndrome del niño sacudido en México

Niño maltratado-padre maltratador

La XI Jornada de Investigación Médica  alerta  respecto que los niños maltratados serán padres maltratadores de otros niños. No es un determinismo, es una consecuencia.

En esta edad empieza todo...

Es hora de preguntarnos ¿qué hicimos mal en las generaciones pasadas que ahora tenemos una sociedad criminalizada?

Hay maneras brutales, obvias,  de maltrato de los niños. Y hay otras maneras más dramáticas que no se notan. Se da en todos los niveles de la sociedad.

  Si echáramos la película para atrás veríamos que la delincuencia, tan extendida en nuestros días, tuvo una niñez muy difícil.

 En un artículo publicado en la Gaceta de la Facultad de Medicina de la UNAM, del 25 de marzo de este año, el doctor  Loredo Abdalá  dice que es necesario identificar el maltrato infantil antes de sus consecuencias. De cada cien niños, diez padecen el maltrato. Los abusos que más se identifican son: físicos, sexuales, psicológicos, y por negligencia.

  Insta a la comunidad de médicos a que estén atentos a estos signos de violencia infantil porque son ellos los primeros que tiene contacto con la víctima.

 El artículo menciona el “síndrome del niño sacudido”. En un arranque de rabia se sacude al niño recién nacido o muy pequeño con tal fuerza que ese sólo hecho puede trastornar esa  vida para siempre.

Ojo con lo que sigue:

 En la XI Jornada de Investigación, que organizó la Facultad de Medicina, se presentó el cartel “Síndrome del niño sacudido”, resultado de un trabajo realizado por la CAINM-INP-UNAM en los últimos tres años, que estudia una forma de maltrato de abuso físico externo: “el niño, generalmente menor de dos años, es sacudido violentamente por alguno de sus progenitores, lo que le ocasiona hemorragia cerebral, particularmente hematoma subdural y hemorragia retiniana. Si el sacudimiento y la manera de detenerlo en el tórax fue muy intenso puede provocarle fracturas costales. El niño tiene una serie de manifestaciones muy sutiles que habitualmente pasan desapercibidas y cuando llegan al hospital está inconsciente, con convulsiones, muy grave o muerto”.



 Fotos tomadas de Fundación Comparte Vida.A.C.

Niño cuidado-niño protector

Niño maltratado hoy niño sicario mañana.

El doctor Loredo Abdalá es coordinador de la Clínica de Atención Integral al Niño Maltratado del Instituto Nacional de Pediatría y la Universidad Nacional Autónoma de México. Dijo que “el mal trato infantil es un problema médico, social y legal que ha de tratarse desde un punto de vista interdisciplinario. Sin embargo, los galenos deben tener la capacidad de detectarlo de manera temprana, pues son los que  tiene el primer contacto”.

 Advirtió que “si no hacemos la denuncia de un caso, podemos ser cómplices del agresor y el infante queda en riesgo de ser nuevamente agredido o inclusive causarle la muerte. Si estos niños llegan  a sobrevivir a la agresión de la que son víctimas, se convierten en padres y es muy probable que entre 55 y 85 por ciento de ellos sea un maltratador”.

Nota
Por demostración de amor hacia el niño también puede ser lastimado.Hay una especie de juego con el recién nacido que consiste en  elevarlo y después bajarlo abruptamente.El niño ríe y todos ríen pero el daño puede darse en ese momento.









¿Por qué nos atizamos con marihuana?




 ¿Humito o peyote? En Ámsterdam, Holanda, está permitido el consumo de la Mari y Juana. Con el tiempo se ha visto que esto es la puerta para incursionar en otras drogas más fuertes (no hay que olvidar que la marihuana que ahora se fuma es el doble de fuerte que la que fumaban nuestros abuelitos del cuartel).

El tema es de la incumbencia de todos pues ni somos robots al margen de estas inclinaciones ni estamos en una capsulita de cristal. En México el debate en torno si se legaliza o no su venta ya tiene tiempo y como siempre los ánimos están encontrados y  no se llega a ningunas parte.

   Por lo visto la decisión  depende de mi voluntad. Y aquí es donde parece que está realmente el peso del asunto.  Respetables  pensadores de todas las épocas han dado su punto de vista, de por qué le entramos al humito o como se llame lo que nos pone en orbita. Hablando del acto de fumar Silvia Morales Chaine, de la Facultad de Psicología, dice que “Este comportamiento no sólo es culpa del pequeño sino también del modo de actuar de los padres…”( Gaceta de la  Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), 22 octubre de 2009, Página 8).


 Otros opinan que también la mercadotecnia nos mueve pues sus mensajes están  diseñados por conocedores de la conducta que nos llevan para donde convenga a sus intereses. La que se lleva el primer lugar es la teletonta con sus programas  llenos de violencia, mujeres bonitas, vida de millonarios y sueños de opio.

 O bien es el medio social, más allá del familiar. Hablando del pensamiento asesino, Rubén Feldman González, psiquiatra y neurólogo de la Universidad Nordeste, Argentina, dice que “Si el pensamiento prepuberal  no está adecuadamente socializado, su tendencia en la pubertad y en los años posteriores es crear aislamiento social e incrementar la vida de la fantasía…”(Gaceta UNAM 26 de junio de 2006, Pág. 8).


Nietzsche, y más tarde  los pioneros del psicoanálisis, se refiere al tedio en el que solemos caer por una causa o por otra: “Después de conseguir  todo lo que creía querer, está expuesto a buscar alivio en la realización de actos gratuitamente crueles o destructivos. De estos intentos de liberación han brotado algunos de los peores crímenes y excesos de los que la humanidad es capaz. Suponemos que somos agentes autónomos, “libres” y capaces de hacer elecciones racionales entre alternativas, pero al suponerlo simplemente nos halagamos…”.

Sucede sobretodo con la droga laicizada. La droga ritualizada por la etnia es diferente pues la comunidad muy cercana  es la que vigila la conducta del individuo. Y le transfiere su experiencia que no debe pasar de cierta raya en modo, cantidad y tiempo. Además   se hace en la perspectiva de horizontes metafísicos en los cuales también hay  medidas de conducta.
La droga laicizada, en cambio, sólo tiene la medida del ego con  toda la libertad por delante  y con frecuencia rebasa las posibilidades físicas y mentales del individuo… Aquí el deterioro personal llega acompañado con un historial negativo para la sociedad.

Un ejemplo de vigilancia etnica la encontramos en el gran Fray Bernardino de Sahagún, cuando habla de la invención del pulque(bebida embriagante natural en México que se obtiene del maguey),que tuvo lugar en el mítico Tamoanchan. Los invitados al banquete  se les sirvieron cuatro jicaras de pulque(cuatro es simbólico pero ya está marcando cierto límite de precaución). Uno de los invitados, de nombre Cuextecatl,decidió rebasar la medida "autorizada" y empezó a hacer desfiguros delante de los asistentes. Comenzó por desnudarse.Después, avergonzado, debió de abandonar el lugar.Fue tal vez el primer intento documentado de zenonizar el ritual metafísico.De traerlo a niveles de laicidad, donde el individuo era el que decidía su destino. Sólo que escogió el terreno peligroso en el que con facilidad se cae en la esclavitud de las adicciones. 

El pasaje mitico más conocido es el de Tezcatlipoca que en Tollan hace beber pulque a Quetzalcoatl, soberano de este reino.También Quetzalcoatl, con toda la espiritualidad y sabiduría con que se le conoce, bajo los efectos de la droga  comete desfiguros y él y su pueblo debe abandonar avergonzado la capital de los toltecas.

Sabido es que en la historia hay antecedentes de imperios que fomentan el consumo de droga en otros pueblos para que no piensen en otra cosa que en consumir droga. Una de las oraciones que los aztecas dirigían todos los días a Tezcatlipoca, para protegerse de sus enemigos, era: "Vuélvelos borrachos".

Felipe Calderón, presidente de México, dijo el 25 de junio de 2010, en el Foro "Una nueva vida llena de adicciones", que la demanda de droga ha aumentado en el país.Dio las cifras del 4.2 por ciento que fuman mariguana (como 5 millones) y 2.4 (como 3 millones)que consumen cocaina. Esto solamente para la población de entre 14 y 21 años de edad.

 El debate de si se legaliza o no la venta de la marihuana es un tema  que hasta ahora no han podido resolver los legisladores en México. En realidad poco importa, creemos nosotros, si se puede comprar o no. Ahí están los ejemplos del cigarro o de las bebidas alcohólicas autorizadas que se pueden comprar en cualquier parte. Unos la consumen y otros no.

 El meollo del asunto es: ¿por qué nos atizamos?   Sólo nos lo pueden explicar los científicos investigadores de la conducta humana. Hay que leerlos, asistir a sus conferencias, consultarlos en sus clínicas…

Dejar de ser sin morir: Alzhaimer

El ejercicio mejora la actividad cerebral


¿Recuerdas? preguntó el médico.

  Sí.

 Pues escribe.

 Empecé a escribir: “Recuerdo tal canción porque a mi novia le gustaba que fuéramos  a buscar una novela de A. J. Cronin.  Y camino de la librería comprábamos duraznos pues a ella   el olor de esa fruta la cautivaba.

  Esto lo dije, lo escribí, la semana pasada no en el consultorio del psicólogo sino en el del geriatra. Lo aclaro porque  mucha  gente gusta  esconderse en el pasado para no enfrentar el presente o por miedo al futuro. 

¿Para qué escribí ese párrafo? le pregunté al médico.

 Para que no se te borre la película, me dijo. ¿Tú, que haces?

 Escribo.

 ¡Ha, bueno, imagínate que se te olvide escribir, en que bronca te metes. Estarías fuera!  ¿Haces ejercicio físico o te pasas el día frente a la computadora o la televisión?

Lo último

Buscó un poco en su escritorio y extrajo una publicación cuyo título decía: “El ejercicio mejora la actividad cerebral”. Era la Gaceta de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) del 11 de octubre de 2004.

 Ahora explíqueme, doctor.

Me explicó: La cosa puede ser  más delicada de lo que  parece si te abandonas al sedentarismo. Todo lo que un individuo es, está en su memoria. Si esa memoria se borra ese individuo prácticamente  deja de ser. Imagínate  que llevas un fólder o carpeta con tus documentos personales, acta de nacimiento, credencial del IFE, pasaporte, etc., y se te pierde. Para efectos legales tú ya no existes.   Así es con el cerebro que llega a  olvidar todo, de manera gradual hasta que queda absolutamente en blanco. Y puede llegar al punto en el que se le olvidan las cosas no solo consciente sino hasta las inconscientes como respirar o ir al baño o comer. No te voy a aburrir con los cablecitos que tenemos en el cerebro y que por medio de substancias químicas producen corrientes eléctricas que facilitan la comunicación de las ideas, los recuerdos  y todo eso. Hay mucho avance de la ciencia para prevenir ese deterioro cerebral  pero la verdad falta mucho camino por recorrer.

¿Qué se puede hacer de manera preventiva?

 Lo más inmediato es el ejercicio físico y mental, como el que estamos haciendo con tu novia y el durazno y el libro.  Ahora te explico. Se recomienda escuchar canciones  o música no por payasada  sino porque de manera automática nos regresa al pasado en el que tuvimos una experiencia y nos quedó grabada. Ese ejercicio presente-pasado-presente es el que nos hace falta para defendernos contra el olvido. Recordar la trama de un libro, sus   lugares, personajes y situaciones, es otro ejercicio cerebral muy recomendable. Recordar el olor de la fruta (con los ojos cerrados) también ha resultado útil a la geriatría.

Luego el geriatra  me pregunto, a boca de jarro: ¿Cuál era el título del artículo que te mostré?

 “El ejercicio mejora la actividad cerebral”.

 Bien ahora te voy a leer algo del mismo artículo para que no crea que estoy inventando: “La doctora Feggy Ostrosky, que es jefa del Laboratorio de Neuropsicología de la Facultad de Psicología de la UNAM, al hablar sobre recientes estudios desarrollados por neuropsicólogos, de la universidad de Illinois, destacó que, para evitar el envejecimiento prematuro del cerebro, es necesario practicar algún  tipo de deporte”.

El geriatra concluyó:

Ya sabes, o haces ejercicio físico caminando, y ejercicio mental leyendo, o se te borra la película...Dejas de ser.

Corriendo con Schiller

Corriendo con Schiller

Registro Público del Derecho de Autor, SEP, el 25 de agosto de 2008 (México DF) con el número 03-2008-081510374000-01

La idea de esta composición lírica es acercar al mexicano con la obra de Federico Schiller (1759-1805).Escritor alemán que, junto con Goethe y Hölderlin,  fue la figura literaria  más importante de la época y representó la tensión clásica entre un idealismo ético y la expresión realista.

Escenario: lado norte  del edificio de  Rectoría, de ciudad universitaria,  México, DF. Época actual.

Eran corredores  clasificados  de primera línea.
Algunos corren tramos cortos a manera de calentamiento. Son las seis de la mañana del 7 de diciembre. La explanada frente  a Rectoría está resbaladiza por la delgada capa de hielo que dejó el  rocío.  Empezamos a reunirnos en este tramo de avenida de los Insurgentes. Hace frío y todos estamos en “cortos” o “pants” y playera sencilla. Nos movemos para no enfriarnos. Veinte minutos después ya somos unos doscientos corredores. El evento está organizado por la Universidad Nacional y por el Sindicato de Trabajadores. En media hora arrancaremos por  la avenida, a lo largo de veinticinco kilómetros, hasta parar en el interior de la Basílica de Guadalupe, en la ladera sur de los montes del Tepeyacac. Cada año, cuando se acerca el invierno,  se hace así.

Dos corredores  se acercan y trata de ver mi número de cartulina. Uno de ellos trae una mascara de armenio y  se ve de  tipo  extranjero.  Su número es el 267 y dice que han duplicado el registro. En caso de quedar ganador, como está seguro de lograrlo, dijo, pudiera haber confusión con el premio y quiere aclarar. ¡Dos millones de pesos obligan a tener precauciones! Además del “cartel” de triunfador que podrá exhibir el ganador durante toda su vida. De paso sería un buen blindaje contra toda ulterior baja estima que pudiera proporcionar la vida. ¡Los coscorrones están a la orden del día! ¡Uno nunca sabe!
Su compañero de carrera se llama Manuel Sánchez. Me presenté:
Juan
-¿Juan, el que atraviesa desiertos caminando?- ¿De dónde diablos habrá sacado esa información? Me  apresuró  a contestar:
-No. Soy Juan.. En este país (basta consultar la guía telefónica) hay cien mil Juanes, medio millón Raúl Sánchez, seis mil Heriberto Salazar, cuarenta mil Mario Campos, treinta mil Manuel Sánchez,  veinte mil Mario Ramírez, cuarenta mil Jorge Rivera, cincuenta mil Ubaldo Martínez, treinta mil Agustín Tagle, tres ciento mil Raúl Pérez, cuarenta y cinco mil Jorge Meneses, diez mil Raúl Revilla, etc. Por eso siempre se pone al final: “Cualquier semejanza es mera coincidencia”

 Las seis de la mañana en esta época del año es plena noche en México y se acerca para poder leer. Soy el 261.
-Tenemos el mismo número- me dice.
- No es el mismo.
-Sí, es el 261
- Tú tienes el 267.
- No creo.
- Le explico. Esa rayita horizontal en el 1 lo convierte en 7.

Dice que no comprende cómo una rayita  en el 1 lo convierte en 7 pero, aclarada la situación, se siente aliviado. Da la vuelta para seguir sus ejercicios de calentamiento pero regresa y, a manera de saludo, se presenta:

- Schiller- y me extiende la mano.
- ¿Schiller?
-Sí.
Juan Kiager

Coincidencia. Me había pasado todo el año leyendo las obras de Guillermo Schiller, alemán del siglo dieciocho. Alguna rama ha de haber venido en algún tiempo a México, pensé. Apenas terminé la semana pasada  de leer todo lo que encontré de Schiller y de hecho la carrera me servirá para regresar  a las pistas de atletismo. Ya extrañaba a esta gente de tenis maloliente, ropa ligera, lejos de la etiqueta, llena de sudor y ayes de cansancio. Aquí es el segundo lugar donde los sexos se olvidan de todo formalismo y tratan de ganarle al otro. Cueste lo que cueste.

 Los atletas son una raza muy aguantadora. Les gusta la buena vida y a la vez tiene una fuerte dosis de indiferencia. Procuran mantenerse  entre la hipocondría y el estoicismo. Ni tan blanditos al grado de dejar libre a la mente ni tan rudos que sean irresponsables cuando hay que acudir al médico. Para dejar por las mañanas la sabrosa  cama, con la idea de ir a hacer esforzado ejercicio, sólo la tradición de Maratón ellos pueden lograr.   Por fin podré respirar el aire fresco, lejos de las encerradas bibliotecas, donde los buscadores de datos viven en una especie de invernadero. Lejos de la luz natural, el viento y el Sol. Sudar, ejercitar los huesos y quemar unos kilitos que el obligado sedentarismo trajo consigo. Volver a la comida a base de espinacas, chile y maíz, lejos de las sabrosas hamburguesas y los hot dogs. Este año aprendí que es posible llevar el dolor, y las incomodidades, pues nunca falta el espíritu esforzado de los aztecas y los espartanos. Pero también supe que lo que es de todo imposible es sobreponerse a las comodidades, al sedentarismo y a las hedonistas  mesas. ¡Es verdad, nadie se salva de un golpe de buena suerte!   Odiseo lo sabía y tomó sus precauciones... Por eso ordenó que lo amarraran al poste de su embarcación. Era un hombre sabio que conocía y aceptaba sus debilidades. Y lo más cruel que aprendí fue que si el espejo miente, en cambio  la báscula es el más despiadado e insobornable auditor que existe. Pero ya estoy de regreso en las pistas de correr. ¡Esta vez no me quedaré parado en el andén viendo que el tren se aleja!

- Me refiero a Federico Schiller, siglo dieciocho.
-Yo soy Federico Schiller.
-¡No juegues!

- Eso del tiempo es tan relativo. ¿Qué es el tiempo humano frente al tiempo de una amonita fósil- Se quitó la máscara de armenio que traía para protegerse del frío -. La uso desde Venecia.
Bueno, me digo, es el tiempo que abundan los  locos ambulantes en las calles. Y la gente se viste como sus paradigmas. Acabo de ver entre los corredores un Jim Morrison, dos Fridas, cinco Che Guevara, al menos diez Marcos y un Mauricio Garcés… Éste Schiller ha cuidado tanto su apariencia que es idéntico al retrato que de Johann Christoph Friedrich von Schiller  hizo Antón Graff, ahora en el Museo de Dresde: pelo rubio medio largo, rostro afilado y mirada escrutadora.  Tal como nos imaginaríamos un perfil clásico griego. Sólo le falta su camisa con holanes en el cuello del retrato. Tipo apuesto, pasaría como artista de Brodway. Por lo demás este Schiller viste como cualquiera de los que nos encontramos reunidos para la carrera. Short, playera sobreviviente de cien carreras y tenis NB, nada nuevo, que digamos.
-Te estoy hablando del dramaturgo, amigo de Goethe, Herder, Byron, Humboldt, Fichte, Schlegel…
-El mismo.

Seguro se trataba de uno de esos individuos académicos, o algo así, que se especializan en el estudio de algún personaje histórico de la cultura y se había propuesto hacerme una broma. Como ya  no daba señas de retirarse, y dado que yo tenía presentes y “frescos” algunos detalles de las obras de Schiller, me propuse hacerle preguntas como mera curiosidad, en tanto daban la señal de salida.
-¿El de  Oda a la Alegría?
- El mismito.

Desde luego cuento con una carta bajo la manga para desenmascararlo. Al llegar a la Basílica no se atreverá penetrar al recinto pues Schiller era protestante.  Bueno, la verdad no estoy tan  seguro que no entrará a la Basílica por esa situación. Juan el parricida, que había dado muerte a su tío el emperador, se encuentra destrozado moralmente y pide consejo a Guillermo Tell. Éste le sugiere que vaya a Roma y se postre ante el Papa para que le ayude a sobrellevar tan grande aflicción: “Confiesa tu crimen y salva tu alma.” Si Schiller, protestante, escribió esto, también será capaz de  meterse a la Basílica de Tonantzin. 

Ya en plena carrera, cuando pasábamos frente a Sanborn´s, de Alvaro Obregón, quiero sorprenderlo y le pregunto a boca de jarro:
- ¿Por qué abordas en Guillermo Tell el tema de la libertad?
Contestó de inmediato y sin titubeos:
- La idea de la libertad llena  toda mi obra, no sólo en Willhelm Tell
Por eso me había pasado años leyendo a Schiller. Porque creía en la libertad. Sobre todo  la libertad contra la opresión extranjera. Y de hecho cualquier tipo de opresión, venga de donde venga. Me dije que la humanidad necesita  de  esos utópicos.
-¿En algún lugar de la Tierra  existirá ese  pueblo  feliz? ¡Uno Sólo!
- Aunque  así fuera nadie nos asegura que no entraría en descomposición. En cambio la libertad como paradigma  no envejece jamás. Aunque conozco muchos libertarios que son esclavos. ¿Qué tan libre puede ser alguien que fuma? ¿O que tiene problemas con la báscula?
Éste sí se la sabe, me dije. Noté una cosa: no alteraba la respiración por efecto de la carrera.
-¡No te agitas!
- Corro con técnica. El secreto está en no acumular deuda de oxigeno. Te aseguro que bien podría llegar hasta Pachuca sin agitarme, es decir, sin cansarme. Si te digo que esta carrera, de apenas veinticinco kilómetros, es para mí como un paseo de comadres en día de mercado, no pienses que estoy diciendo barbaridades. Los corredores de fondo, y estoy seguro aquí debe de haber algunos, que viene por el premio de dos millones de pesos,  corren, en son de practica, al menos ciento cuarenta kilómetros a la semana para tener nivel de competencia. En cambio el noventa y ocho por ciento que forman la columna de corredores se entrenaron para correr los veinticinco kilómetros, pero no para ganar. Es la diferencia. Créeme, el secreto está en la regulación del oxígeno. No te olvides que, por idea del duque de Wúrtemberg, un tiempo fui militar y también estudié medicina y de niño el pastor Moser quiso que fuera sacerdote. No les hice caso pero echa todo eso en la licuadora… y, con la técnica que después aprendí de los atletas, ahora estoy seguro de ganar la carrera. Aquí hay compitiendo dos kenianos y esos dedican su tiempo completo a entrenarse para ganar competencias. Es su trabajo que cumplen de manera profesional.  Ellos salen al mundo a competir para ganar y enviar el dinero a sus familiares. Tal como ustedes en Estados Unidos lo hacen enviando dinero para su gente de México. 

- Creo que vas a verte en apuros para ganar porque estamos en los 2,200 y tú vienes de tierras bajas. Alemania no está muy arriba del nivel del mar, que digamos.
- ¿Qué te pasa? ¡Soy chilango, nací en los 2,200! La metempsicosis nos permite nacer en diferentes partes y épocas. Como sea, te  digo que el chiste está en no acumular deuda de oxigeno. Ese keniano que va en el grupo delantero sí sabe el secreto de ganar. Pero ya verás que lo dejo atrás. Llegando a la Raza empezaré a apretar el paso. Los africanos de Kenia, por efecto de su pobre economía, comen poca carne y eso les permite oxigenar bien sus músculos de las piernas y por eso ganan. La otra circunstancia es que caminan para todo. Y como todavía son cazadores, corren tras la presa o para salvar la vida. En cambio los corredores mexicanos somos fuertes, y tenemos coraje, pero comemos carne roja y nos pasamos viajando toda la semana en nuestro automóvil. El resultado son los segundos y terceros lugares que con trabajo alcanzamos. ¡Pero yo  ganaré!

Resulta extraño que Schiller acepte  convivir con extraños. Evitaba todo trato con gente que no le inspiraba confianza o cuya plática fuera sosa. ¡Es perder el tiempo y llenar la mente de cosas superfluas! Ni pensar que use teléfono celular. No irrumpe en la intimidad de otros ni quiere que lo hagan con la suya. Sus temas favoritos son la historia, el teatro, la filosofía…
-¿Entonces crees que la historia es lineal, no circular?- preguntó Manuel.  Contestó de manera enredosa:
- En 1968 hubo un movimiento de estudiantes en la UNAM y en 1999 otro. Si la historia es lineal entonces se trata del mismo movimiento, no de dos. Dentro de un mes va a haber otro medio maratón, como este,  en Ciudad Universitaria. Primero hubo un Goethe y después un Schiller. Primero  un Vercingetórix y después un Wallenstein. En el Valle de México tienes la respuesta con tres palabras: Teotihuacán, Tula y México -Tenochtitlán. Una cultura que se elevó hasta la filosofía y la poesía, la teología y la arquitectura. Sólo para ser derribados por otros pueblos primitivos del norte no desgastados por el pensamiento. Caudillos bárbaros y tiranos que provocaron la revolución y la democracia y que a su vez recogieron la estafeta de la alta cultura, sólo para volver a caer ante la nueva barbarie. En todo caso no se trata de conocer la relación de los hechos sino comprender las ideas que estuvieron en juego…  

Les cerré el ojo Manuel Sánchez y  le dije   sin que el otro lo oyera:
- Les voy a ganar a esos dos, y a todos, ya verán. Los que respetamos los resultados de la causa y el efecto, quiero decir un rudo entrenamiento, como ese keniano, Schiller y yo,  ganaremos la carrera. Pero entre estas dos causalidades, causa y efecto, todavía puede decidir la fortuna. Somos tres igualmente preparados pero sólo uno ganará. Y yo conozco cómo la fortuna puede darme la victoria sobre estos dos rudos corredores. Uno será muy blanquito y el otro muy negrito, pero ya verás. ¿No me creen? Esto de la inesperada fortuna suele suceder. Recuerden: cuando en esta bella universidad llega el tiempo de nombrar a un nuevo rector, tres velas se encienden.  Pero el viento apaga dos y una es la que queda iluminando la escena.  ¿Qué les parece?
-Que aquí la cosa es de echarle los kilos a la carrera y esos dos parecen máquinas programadas para correr. En cambio te  veo medio fregado y no me explico cómo puedas ganarles- exclamó Manuel entre los jadeos cortados de la respiración.
-¡La fe por delante, hermano!- dije-. ¿No te dejes apabullar! El cartel de grandes corredores de esos dos es parte de su táctica para ganar a fuerza de impresionar al competidor. Estos no sólo saben correr sino también aplican en los otros la psicología. ¡Despabílate! ¡Yo les ganaré! ¡Acuérdate de Azcapotzalco y de las Termópilas!
-¿Y por qué no se los dices para también minar sus resistencia?
- Cada quien tiene su manera de impresionar al contrario. Mi estilo es hacerles creer que no soy un peligro. ¿Cómo Claudio llegó a ser emperador de Roma?
- ¿Si con  pura fe piensas ganarles, no olvides que placer y dolor son para Schiller el timón que conduce la nave del ser pensante y sensible con la proa al Sol. En cambio tú… Te lo repito, a juzgar por tu respiración, traes ya una deuda de oxigeno del tamaño de tu escandalosa vida hedonista y… todavía falta diez kilómetros…
- ¡Tranquilo! Con ese escepticismo no subirías ni al Cerro de la Estrella y mucho menos darías la vuelta al Pico de Orizaba.

Era cierto. Schiller fue el que con sus dramas influyó enormemente en el espíritu de los alemanes cuando estos requerían de unidad política y cultural, justamente en los días de la Revolución Francesa y  Napoleón. Escribió de filosofía,  himnos (Himno a la Alegría), baladas, cuentos, novela, poemas y obras de teatro…Para entretenerse, como ahora  alguien que prende su teléfono celular, él traducía del griego fragmentos de Homero, Virgilio, Eurípides y Esquilo. Parece que adivinó mi pensamiento y dijo:
-Ahora me  leen más en México que en Alemania.
 Decidí seguirle la corriente:
-Tómalo como un homenaje por tu María Estuardo y por La Doncella de Orleáns. ¿Cómo siendo luterano pudiste escribir eso y, todavía más, como media Alemania, de cristianismo liberal, pudo aclamar esas obras de la manera tan entusiasta que lo hizo.

Dijo algo que sólo un tipo como él pudo decir con pleno conocimiento:
-Muchos alemanes son protestantes por tradición, pero no por reflexión.

Esa es la autocrítica que se vale decir en todo el planeta.  En la actualidad los españoles en México ellos mismos podrían decirse “gachupin”, sin que ellos signifique nada especial, pero que se lo diga un mexicano es remover viejas y por demás  incómodas cenizas. Un mexicano le dice con la mayor familiaridad y ternura “escuincle” a su pequeño hijo, pero que alguien ajeno se lo diga es recordar con la mayor furia lo que Hernán Cortés decía para referirse a los aztecas: “perros mexicanos”.
 Manuel Sánchez se me acercó para preguntarme:
-¿Este tipo es protestante?
-En realidad no son tiempos para asustarse por lo religioso. Y por lo visto el teatro es el vehículo donde mejor se expresan los grandes pensadores. Skakespeare era católico y Schiller protestante.
- ¿Ibsen?
- Ni idea.
Pasábamos frente al monumento a  Cuahutemoc cuando le hice otra pregunta que estaba seguro no sabría responder:
- Nómbrame algunos de los amores del autor del Fausto.
- ¿Cual  de los dos Faustos? Yo también escribí un Fausto.
-Me refiero a Goethe. Fuiste muy amigo de él y debes saber.
- Déjame recordar. Bueno, la lista es larga pero más o menos el orden cronológico es así: Gretchen, Kätchen, Federica Brion, Carlota Buff, Lili Schönemann (“su amor más verdadero”), Augusta Stolberg, Carlota de Stein (“su amor más duradero”), Ulrica  de Levetzow, Linda Milanesa, Faustina, Duquesa Amalia, Cristiana Vulpis ( su esposa), Minna Herzlieb, Bettina Brentano, María Yung… 
- ¿Cómo pudiste escribir la escena VII, del acto V, de María Estuardo, donde te expresas del Papa y de la Iglesia católica como el más convencido y documentado de los jesuitas?
- Esa parte siempre ha suscitado escollos en la gente del teatro de los países laicos, ateos y protestantes y en no pocas partes la suprimen. Los que sí la publican, tal como la escribí, son los editores de mis dramas. Dicen que una cosa es el teatro con su potencial  explosivo público de cuerpo presente y otra el libro con su público lejano y universal.

Dejé de hablar por un rato más bien para recuperar un poco de oxigeno que ya me iba haciendo falta. Entretanto recordé que María Estuardo es el conflicto entre dos reinas, María Estuardo, de Escocia e Isabel I  de Inglaterra. Se entremezclan los intereses políticos, el tema de la fertilidad (María) y de la infertilidad (Isabel) y las creencias religiosas cristianas en el contexto de la Reforma protestante.
No pude contenerme y exclamé:
- Son en realidad las dos figuras visibles de intereses económicos y políticos que subyacen en las iglesias, los tronos y casas de bolsa de todo el continente. El drama de estas  dos mujeres fue en el fondo un juego de ajedrez que jugaban las grandes potencias europeas de entonces. Fueron la aleta del tiburón. La gasolina que prendió la mecha en la Revolución Francesa fue el hambre del pueblo  y en Inglaterra de esta época la cuestión religiosa. 

Schiller hace un comentario inesperado que da idea de su penetrante visión como historiador:
-El albatros, citado por Malcom Lowry, en una de sus novelas, que salvó la vida a un naufrago perdido entre las altas olas del mar, se le paró en el pecho y así pudieron localizarlo los de la lancha salvadora. Pero en esa historia hay algo que no encaja..  El albatros pesaba ocho kilos y la pregunta es cómo no se hundió el  agotado naufrago con este peso extra sobre su pecho… Con este ejemplo piensa en las primas María e Isabel.

Manuel, en cambio, me preguntaba mientras tanto, cómo alguien que vivió en el siglo dieciocho conoce literatura del siglo veinte.
- ¡Qué no me venga este tipo  con cuentos de metempsicosis! –dijo.
Cada vez con menos oxigeno en mis pulmones recordaba también a la heroína francesa, nacida en Domremy, a principios del siglo quince. De origen humilde y de enorme piedad. Aseguraba que veía a San Miguel y Santa Catalina. Estas dos criaturas celestiales le urgían a  que tomara parte en la guerra y de esa manera salvar a Francia  invadida por Inglaterra. Así lo hizo. Al frente de  un ejército liberó la ciudad de Orleáns y derrotó a los ingleses en Patay. Hizo coronar a Carlos VII en Reims y puso sitio a Paris.

Y este  enigma, que escriben los historiadores, como la cosa más natural, es el que no se entiende si se trae a la realidad. Trato de imaginar a una pastorcita analfabeta de Michoacán que de pronto apareciera en el campo militar Número Uno y, haciendo a un lado a los generales de carrera, empieza a dirigir al Ejercito Mexicano en una campaña contra los norteamericanos, por ejemplo. Eso se puede leer a posteriori y pasar la página, pero en el tiempo presente eso es del todo increíble. O mejor dicho, inexplicable. Y menos todavía que esos generales no sólo consientan que la pastorcita los dirija sino que la siguen y, afectivamente, como ella se los comunica, empiezan a ganar batallas.
Hasta un siglo más tarde aparecería la Reforma religiosa, con Lutero en Alemania, y Calvino en Francia. Inglaterra se separaría oficialmente de Roma, en el terreno religioso, en 1531 con Enrique VIII, adoptando definitivamente el anglicanismo bajo Isabel I, hija de éste. Esta guerra, entre Francia e Inglaterra, que pareciera todavía  distante de la Reforma, es en realidad la manifestación de fuerzas subyacentes que anunciaban grandes trasformaciones en Europa y el mundo. En adelante, cuando la historia se ocupe de Juana de Arco, se le presentará al mundo según si el historiador es católico o protestante. Será una enviada del cielo o del infierno.Pero pocos podrán tratar el tema con la altura que lo hizo Schiller.

- En efecto, no todos-dije-. Ese es el caso sorprendente de Schiller. Filósofo, novelista y dramaturgo alemán luterano, escribió su Die Jungfrau von Orleáns, drama romántico en cinco actos, y cuya obra sería estrenada dentro de un público alemán, protestante, considerablemente numeroso. Contra todas las voces amigas que le aconsejan no  estrenar la obra, al menos en ese sector de Alemania, y lo hiciera en donde los alemanes eran católicos, Schiller decidió estrenarla en la ciudad de Leipzig.

 El éxito fue rotundo, más bien apoteótico. Y eso habla del espiritu de apertura del público Un espectador describe esa noche: “Cae el telón y un grito de júbilo atruena el recinto. ¡Viva Schiller! La orquesta tiene que secundarlo con trompetas y tambores, hasta que por fin se levanta la conmovedora figura del autor para inclinarse agradecido ante la platea, visiblemente emocionado. De nuevo estalla el júbilo, al que sólo pone fin la reaparición de Talbot y el hecho de que se recogiera el telón. La gran plaza frente al teatro y el espacio hasta la puerta de Ranstadt quedaron colmados por la multitud apretujada. Cuando salió Schiller se le abrió de inmediato una senda. Los hombres se quitaron los sombreros y así pasó el poeta, llevando de la mano a su hijito Carlos, entre la multitud de sus admiradores descubiertos, en tanto que por detrás los padres alzaban a sus hijos diciéndoles: “Ése es”. 
- Cuando ese niño creció- dije con la respiración entrecortada-  supo que su padre es considerado como el más grande dramaturgo de Alemania. ¿Es cierto eso? - Hago un esfuerzo por alcanzarlo y le pregunto por la noche del estreno. Se limita a decir:
- ¡Que noche!
- Este es el genio que supo relatar, con toda precisión y síntesis, en sus obras de teatro, y especialmente en Don Carlos, y también en Wallenstein, el drama del mundo moderno: el Papado y la Reforma. Puedes estar hablando de economía, arqueología, veterinaria, filosofía o de las llantas de tu automóvil. Pero en sólo esos dos bandos está la gran antítesis histórica. Síntesis  tratada desde luego con la altura de un Schiller porque sus ideas se apoyan en conceptos de validez universal. Schiller es muy fuerte en historia porque es ahí donde encuentra los grandes antagonismos de las ideas. Se le considera como uno de los tres emperadores de la literatura alemana.
-¿Cuáles  otros?- preguntó Manuel Sánchez
-Goethe y Hölderlin.
-¿Dónde conociste a Goethe?
- En Jena, en 1794.
-Te conservas bien. Ese acontecimiento se tiene como el momento más grandioso de la literatura alemana. Que proyectó unidad al espíritu alemán.
-Eso dicen. En todo esto no se puede dejar de mencionar a Albert von Bollstädt, que viene desde el mundo medieval, Eckhart, Lutero, Hölderlin, Herder, Winckelmann… Un mundo luterano de mucha calidad intelectual… A Jaeger.

- Pero aquí entre nos-dijo- yo me acuerdo más de la vez que Goehte y yo tomamos sendos tarros de cerveza en la taberna “Los Bigotes de Vercingetórix”.
-Sin embargo Goethe solo era poeta y tú poeta, historiador, filósofo y dramaturgo. Esto tenía que arrojar un conflicto entre los dos…
-¡Dejemos eso, que ya bastante ruido hizo en su tiempo.

La verdad que a estas alturas  me encuentro con tan poco aire que mejor me callo. Mucha gente está parada en la acera del lado este del monumento a Cuauhtemoc, en el Paseo de la Reforma.  Ya para entonces nos cuesta trabajo sostener el paso a Schiller que, efectivamente,  va tan entero como si acabáramos de empezar. Tiene razón cuando dice que todo el secreto está en administrar el oxigeno de los pulmones. Durante  seis meses siguió un programa de entrenamiento diseñado   para  competencia de  veinticinco kilómetros. En cambio nuestro programa fue sólo para correr los veinticinco kilómetros. Esa es la diferencia. Todos llegaremos, pero unos antes que otros.La verdad soy realista y  la idea del primer lugar parece ahora distante. Tiene razón Schiller: una cosa es preparase para participar y otra para ganar.

La vida de penurias económicas que Schiller había padecido en alguna época de su vida no había logrado quebrarlo, todo lo contrario, le dio acceso a cierta filosofía espartana. Y esto contaba ahora para ganar los últimos tres kilómetros. Le oímos decir algo de uno de sus personajes de la Novia de Mesina: “No permanezcas apegado a los bienes que engalanan la vida pasajera. Aprenda a poseer quien posea, aprenda a sufrir el dichoso”.
Schiller señala hacia los espectadores de la banqueta. - La gente vive de una manera y sueña con otra manera. Eso nos pasa  a los que escribimos, a los que se emborrachan, a los que escalan montañas, a los que ven películas, a los que ven pasar a los corredores…Hay soñadores que nada más sueñan. Otros soñamos y hacemos. Aquellos se fosilizan en su sueño y nosotros buscamos realizarlo y empezar con otro sueño. Aunque todavía me pregunto si son varios sueños o sólo es uno.

Me pareció algo pedante pero tuve que aceptar que tenía razón. Sobre todo cuando dijo que llegando al Monumento a la Raza empezaría  a  apretar el paso:
- Espero que llegues a tiempo para que me tomes la foto cuando suba al podio a recibir el trofeo del primer lugar. Aquí, como muchas cosas de la vida, gana el mejor preparado. Pero eso no es todo. Acuérdate lo que dice uno de mis personajes: También hay dicha en acabar con la ajena.

Eso sí que fue horrible. Era la manifestación del más puro individualismo. Fue en los pensadores alemanes donde se incubó y desarrolló el pensamiento individualista del que ahora hace gala el mundo intelectual del planeta.  Me dio coraje y aunque me había propuesto actuar ladinamente,  cuando lo pensé ya me había descubierto yo mismo:
-No estés tan seguro. Yo también puedo ganar el primer lugar.
-Tu programa te permite llegar, pero no ganar.
- No tomas en cuenta el factor azar.
- Aun el azar necesita que se le ayude con una buena preparación. Destino y carácter son las dos piernas sobre las que corre todo atleta. Ahora se les dice genes y educación. Que cada uno de estos factores haga lo suyo y no queda más que esperar que los dados caigan.-. Cuando creí que había terminado siguió como si fuera caminando plácidamente por un sendero  de la media montaña:- Con esto quiero decirte que echarle la culpa al azar de los desastres destruye la didáctica y además quita toda la responsabilidad al hombre. Es lo que pasa cuando un borracho choca su coche y le echa la culpa a Dios, y él se queda limpio de responsabilidad…
Era un atleta invicto. Decía que aun antes de nacer ya estaba compitiendo.

- El deporte primigenio que practica todo humano  es el atletismo y lo hace en forma de espermatozoide. La primera carrera que gané mis padres fueron los organizadores y la llamaron “Carrera por la vida”-. Era un estudioso de Kant pero dijo algo con un contenido tan escéptico que lo descubría como asiduo lector de Schopenhauer.- En realidad no es tanto una carrera por la vida sino más bien la primera vez que el humano ejerce su libertad de decisión. La mayoría decide no nacer y se queda atrás. No es que pierda la carrera, sólo decidió no nacer... ¡Así fue como Schiller ganó su primera carrera!¡Porque los otros se quedaron atrás!

Ahora ya sólo íbamos cuatro  a la cabeza de la columna: Manuel Sánchez, uno de los  kenianos, Schiller y yo. Pronto yo  sería barrido junto con  Manuel Sánchez y el último tramo se lo disputarían el blanquito y el negrito. El keniano tenía reservas de oxigeno en sus piernas suficientes para ganar el primer lugar, pero Schiller contaba con un suficiente entrenamiento y además lo precedía una voluntad en el triunfo que estaba fuera de toda duda. Un kilómetro adelante Manuel Sánchez se fue quedando atrás y yo aguante el paso otro kilómetro.

Acabábamos de pasar la Raza y ahora los dos iban por el primer lugar. La última vez que los vi. estaban convertidos  en auténticas máquinas devoradoras de distancia. Empezaban a mostrar  sus armas secretas. El negrito abría  más la zancada y expelía dos veces seguida el aire con la boca muy abierta para así jalar más oxigeno. Schiller avanzaba con los brazos extendidos debajo de las caderas y con las palmas de las manos abiertas para balancear mejor el cuerpo y facilitar el flujo de sangre que le llevaría más pronto el oxigeno a los músculos y pulmones.

En realidad desde que empezaron con su programa habían empezado a echara andar  esas armas secretas. El blanquito no comía carne más allá del veinte por ciento de su dieta y el negrito, por la pobre economía de su país, casi  no la comía desde niño. Pero tampoco se ponían verdes de tanta verdura. Balanceaban sus platillos y satisfacían sus requerimientos con complementos alimenticios. No con suplementos. A la comida nada la suple pero sí se le complementa para atender las deficiencias. Con seis meses de anticipación habían empezado a prepararse no para los veinticinco kilómetros, sino para los últimos tres kilómetros. “Todos podemos empezar una carrera, pero pocos saben cómo acabarla”, había dicho Schiller por la mañana todavía en Ciudad Universitaria. Como un estudiante de licenciatura, que  se prepara durante cinco años de facultad para una sola hora que va a ser bombardeado por los sinodales en el examen profesional.

Pero también fue  el momento  que pensé que  eran dos ingenuos para los que ganar o perder era cosa de tener razón o no. Los dos últimos boy scout que aun creían en la causalidad del programa de ejercicios, alimentación, oxigenar los músculos y todas esas cosas. “El juego infantil de la verdad”, diría John Katzenbach.

En estos últimos seis meses Schiller procuró vivir lo más cercano a las áreas verdes, con frecuentes incursiones al Desierto de los Leones, o en los Viveros de Coyoacán, para protegerse en lo posible del bióxido de carbono tan abundante en la ciudad de México, del formaldehído (que se calcula reduce 67 días la vida por año de un individuo), bióxido de azufre y de nitrógeno, plomo, monóxido de carbono y ozono. Y otros elementos más que todavía no se estudian o que por razones de Estado no se mencionan. Sabía que esa precaución tendría que funcionarle en estos últimos tres kilómetros.

También nos había comentado, a la altura del metro Insurgentes, que el atleta además necesita correr con la mente. Familiarizarse con el campo de la psicología. Hay estados de conciencia que pesan más que un costal lleno de cascajo .¡Así no se ganan las carreras!
-¿Cómo conocer el inconsciente? Precisamente se le llama así porque no se conoce. ¿Cómo manejas lo desconocido?
Dijo algo extraño.

-Por medio del consciente. Recordar lo que tratamos de olvidar. Un periscopio no flota solo en el mar. Debajo de él viene un submarino.  Descifrar lo que no se ve por medio de lo que se ve. Tanto mejor si acudes a la ciencia médica.  A los psiquiatras se les dice “loqueros” como una manera de justificar nuestro rechazo. O nuestro miedo. Tampoco el urólogo, que nos puede anunciar cosas que no nos gusten, es de nuestra simpatía, pero ni modo, así son las cosas. Por lo regular el revoltijo de nuestra vida es algo que en su mayor parte nosotros mismos hemos organizado, no el psicólogo ni el sacerdote. En todo caso no perder de vista que la desesperanza es una infección que incapacita el alma y las piernas del corredor.

-Creo-había dicho Manuel Sánchez- que todos los que estamos aquí queremos ganar.
-Una cosa es querer y otro dominio de sí mismo. Querer pertenece a las esferas de las dulces quimeras pero dominarse a sí mismo requiere sudar la camiseta. Ya Sócrates le llamaba a esto enkratia o sea el dominio de sí mismo. En la perspectiva de sacar adelante un programa que puede durar en su fase preparatoria meses y aun años. Como digo: hay que sudar la camiseta.

La primera medida que tenía el keniano, para intimidar en el último tramo a su competidor más cercano, fue voltear y mirar a Schiller  por un momento en tanto se sonreía. Fue una sonrisa despiadada, como tal vez un león de África hace frente a una gacela antes de destrozarle el cuello.  Schiller lo vio y anuló el efecto psicológico levantando el dedo medio de su mano derecha y lo mantuvo así hasta cerciorarse que el otro lo había visto. Ambos tenían una mirada que ya no era de humanos. Hacía rato habían pasado esa barrera y ahora daban la impresión que no tocaban el suelo. Como escribió William Holding en su novela de las Moscas: “sin impresionarse por la ferocidad del contrario”.

Schiller manejaba además conocimientos fisiológicos.  No crean, nos había dicho, que es una idea loca eso de vivir durante días en una choza apartada entre montañas, permanecer en una tienda de campaña en los valles altos o pasar semanas en una tienda – vivac colgando de una aguja rocosa o en la repisa de una pared de hielo. Todo esto tiene que ver para el resultado de los últimos tres kilómetros de una competencia atlética. Los personajes en cuestión se  llaman estrés y depresión. Cierto que la  depresión es una enfermedad que baja el ánimo. La gente es dada a eliminar el estrés por medio de pastillas y para quitarse la depresión más pastillas. Sin embargo estrés y depresión son muy necesarios para la vida. Sólo hay que saber vivirlos  de manera racional. Eso puede dar el triunfo.  No hay que  perder de vista que mucho estrés consume oxigeno, produce una exagerada oxidación y el resultado es situación de desgaste en el atleta. De ahí la necesidad que el corredor se retire estratégicamente  al silencio, lejos del ajetreo de la ciudad. Todavía los deportistas no entienden que el ritmo cardiaco está estrechamente relacionado con las emociones. Los médicos lo saben pero en países como México los atletas no saben escuchar a los médicos y a los psicólogos. Yo sí y por eso estoy seguro de ganar.

  El negrito estaba seguro de ganar y el blanquito sabía que no podía perder. Me dije que eran dignos rivales que todavía peleaban como en los  viejos tiempos, según las reglas del honor.

-En los tiempos que corren del individualismo eso ya es obsoleto –había dicho Manuel Sánchez-. Hace siglos, cuando al individualismo se le conocía como “egoísmo”, Schopenhauer hizo un retrato del hombre moderno y escribió que no hay que ayudar a nadie, sino más bien hacer daño a todos, si ello proporciona alguna ventaja. Pero como Schiller es poeta lo  escribió sintéticamente como: hay dicha también en acabar con la ajena.
Esta vez (increible) el keniano no ganó y Schiller nos invitó un tarro de cerveza. Y una orden de enormes salchichas para cada uno.

-¿Qué pasó con tu teoría que la carne resta oxigeno a los músculos?
-Y es cierto. Pero cuando empieces otro programa para correr pregúntate si sólo quieres ganar el maratón o sólo correrlo para la foto. En función de ello diseñarás tu dieta.

Ganar la carrera imposible





Estoy listo para la “Gran Carrera de los Noventa Centímetros de Cintura”. Esta mañana me he puesto los tenis, los cortos y la camiseta. He cambiado egos por centímetros.

 No había calibrado antes la realidad. La carrera inolvidable es la que tiene como meta alcanzar los noventa de cintura. Esto me vuelve a poner en la idea que  en toda justa deportiva buscamos ganar a los otros que también participan en la carrera.  Como digo: es la carrera de los egos. Lo mismo si se trata de  deportes de competencia  que deportes por la salud. En ocasiones  logro llegar primero a la meta o ya de perdis en los primeros cinco lugares. Pero, ¿saben qué? lo más difícil es vencerme  a mí mismo.

A estas alturas ya no sé si “mí mismo” soy yo o es otro. Lo digo porque en las fiestas de fin de año yo quería seguir con mis hábitos sobrios pero algo fuera de mi control me hacía comer tamales más de la cuenta. En enero veo que la cinta métrica es implacable y no baja. Por más que suspendo mi respiración a la hora de medir en derredor de mi abdomen los noventa y siete no retroceden. Ya he tenido que recorrer otro tanto a mi cinturón. En fin de año abundaron los tamales, las barbacoas, los pozoles y las bebidas dulces de todo tipo. Y una que otra chela. Para que voy a decir que no si sí. ¡Deliciosas! Pero ahora la cinta métrica se ha recorrido hasta los noventa y nueve.

  Empiezo a pensar que todo esto es un plan del sistema para  que no llegue a la jubilación. La primera trampa fueron las malditas y truculentas Afores. Ahora los noventa y nueve centímetros. El panorama se presenta negro y ya veo venir sobre mí todo un rosario de enfermedades producto del sobrepeso. ¿De qué sirve ganarle a los otros si sigo barrigón. ¿Para qué le voy a servir  a mi familia, a mi universidad, a mi sindicato, a mi empresa, y a mi sociedad?

Sigo llegando en los primeros tiempos a la meta de la carrera pero le estoy exigiendo más a mi organismo. El corazón, las piernas y los pulmones hacen más esfuerzo porque ahora ya peso más. Después de Navidad y Año Nuevo siguió la rosca de Reyes. Y todavía me esperan los tamales y los atoles del dos de febrero. El problema no es comer, el problema es no moverse. Es una manera de decir porque la verdad es que necesito saber comer. Y con mis hábitos de comer y no moverme no voy a llegar muy lejos. Ya no digamos a la jubilación pero ni siquiera al próximo quinquenio.

  Más yo sé cuál es la solución contra este Apocalipsis pozolero, panadero, tortillero y tamalero. Caminar. Dejar en ochenta por ciento el uso del automóvil o del trasporte público.
Sí, caminar por las calles, los parques y si es posible por los senderos de la media montaña o por el llano fuera de la población, de población en población.

No necesito más para recomponer el caos del sobrepeso.

Cayo Petronio y la leyenda del Hombre Lobo

Kant, Schopenhauer, Bakunin, Marx, Nietzsche...por orden de aparición. Representantes del pensamiento secular. De ahí mil variantes del razonamiento práctico. Y, sin embargo, esa misma cultura, la occidental, cree en el Hombre Lobo.
Recientemente Jack Nicholson protagonizó el film “Lobo”. Se mueve en el mundo moderno de Estados Unidos. Actuación que corresponde a este destacado artista. Todos recordamos el montón de filmes que se han rodado y exhibido con ese tema desde hace mucho tiempo. Algunos logrados, que se podían ver, otros de plano churros.  Hasta el cine mexicano le ha entrado al tema. Pero no se trata de ninguna puntada que haya inventado la industria cinematográfica. Como si esta pudiera inventar algo que no vaya más allá de la distorsión  histórica   y el empobrecimiento cultural de las masas.

Ya en El Satiricón, de Petronio, aparece el tema del “Hombre Lobo” con todos los elementos de las películas mencionadas. Sería más preciso decir que el trabajo de Petronio ha servido de base a la industria cinematográfica. Petronio, se recordará, fue contemporáneo de Nerón, el famoso emperador romano. Estamos hablando, entonces, de 2 mil años. Se trata de un relato acabado. Tiene todos los visos de cosa verdadera. Esto hace pensar que el origen de tal leyenda se pierde en la historia. Y no sería exagerado creer que arranca del mismo panorama paleontológico.

Cayo Petronio, elegante poeta del estoicismo, ofrece el siguiente relato: dos amigos se dirigen a través del campo  a la casa de una familia conocida. El camino los lleva a tener que atravesar por un cementerio. Uno  de ellos se detiene un poco. Cuando el otro voltea ve que su compañero  “... formó un círculo de orina en derredor de su ropa y al instante se convirtió en lobo. No os creáis que os gasto una broma; yo no diría una mentira por todo el oro del mundo...Cuando se hubo trasformado en lobo empezó a aullar y desapreció del bosque”.

Más adelante llega al lugar que ambos se dirigían, le comentan que un lobo había atacado la noche anterior a los animales del corral de la casa, alguien lo enfrenta y el amigo apareció herido, el médico lo atiende y el otro concluye que se trata de la trasformación que él había presenciado.

Como se ve, el asunto es parecido a nuestra creencia del nagual mexicano. Es decir, un humano que se trasforma en fiera. El principio y la finalidad de ambas metamorfosis difieren, pero los rasgos generales del asunto se parecen. Nuestros humanos- naguales (hombres y mujeres) aun existen en el campo mexicano y en  las montañas próximas al Distrito Federal. Se dice que tienen una trasformación mediante un intenso proceso mental hasta alcanzar los mundos de la metafísica. Su finalidad es tratar de remediar algún entuerto que padece la gente.

 En el caso del Hombre Lobo, de los occidentales, se trata de una trasformación bestial que tiende a seguir instintos animales sin otro fin que matar y devorar, como corresponde a un lobo. Si hay alegoría, sería recordar el submundo instintivo que llevamos  a cuestas. En especial  cuando hay luna llena  (alcohol,marijuana,), etc. Y de hecho no nos costaría mucho trabajo aceptar que ya no es necesaria la metamorfosis  aquella de que salgan pelos hasta cubrirnos el cuerpo. Las ciudades están llenas de cada ejemplar que asustarían a los mismos  lobos.


Cuando Nicholson siente que la mordida que le dio aquel lobo, en la carretera, empieza a trasformarlo, acude a la ciencia médica. Esta acaba por remitirlo con una especie de sahaman blanco. Doctor y toda la cosa pero que pronto se ve que tampoco va a poder hacer algo por aliviarlo. Ante el desconcierto del mordido, el doctor ofrece una frase interesante: “ Hace apenas 25 mil años que dejamos la jungla”. Muy científicos, muy racionalistas, muy espirituales, pero el paquete antropológico supervive en alguna parte de nuestros ser. Apenas hace 5 mil años se inventó la rueda, la ciudad más antigua no tiene más de 10 mil años, antes, la edad de piedra y, entre tanto, la selva...

La película “Lobo” tiene un final feliz pero original. No es como el monstruo Frankstein que se pierde en la soledad  ártica exigiendo a su creador, el doctor Frankstein, que le haga una compañera como él. Tampoco es Drácula que vive solo en sus fríos castillos balcánicos a través de los siglos. Nicholson ya no puede volver a su forma antropoide y adquiere definitivamente el aspecto y la naturaleza de lobo. Pero tras él va una güera, hermosa y decidida, que lo ama y que buscó a través del contacto sexual con el Hombre Lobo, volverse loba. Y como el instinto y el amor van más allá de muchas cosas, ella también se interna en el bosque buscando a su lobo Nicholson.

Ovidio, en Las Metamorfosis, se refiere con anterioridad a Cayo Petronio, al Hombre Lobo. En principio lo relaciona con los asesinos de Julio Cesar: Bruto, Casio y sus complices: "todos se estremecieron  y se llenaron de cólera pidiendo el castigo  del que a tal se ha atrevido...Más adelante se refiere concretamente a Licaón, personaje que encarnará al Hombre Lobo. Licaón invita al dios Jupiter a comer.  Quiere cerciorarse que en verdad es Jupiter y le pone la prueba de darle, como platillo, carne de humano, de un prisionero que acaba de degollar.Pero Jupiter descubre sus intenciones: " Con la espada corta la yugular de uno de los rehenes que le habían sido entregados...ablanda parte de sus miembros palpitantes en agua hirviendo, asando la otra parte en el fuego. Y en el momento en el que lo puso sobre la mesa, yo, con el vengador rayo, derribé la casa sobre su dueño...Aterrorizado se escapó y, al alcanzar la llanura silenciosa, se puso a aullar y en vano intentó hablar. Su boca concentra la rabia  que lleva dentro de sí mismo y emplea su desordenada pasión de matanza con el ganado y aun se goza en esa sangre. Sus vestidos se transforman en pelos, sus brazos en patas, pues se convierte en lobo...brillan los mismos ojos, es la misma imagen de la ferocidad."

LA CUEVA DE ALTAMIRA Y EL ETERNO RETORNO



Título: El arte en la época glacial
Autor: Herbert  Kühn
Editorial Fondo de Cultura Económica
Agosto 1971


En 1868 se descubre la cueva de Altamira, en una somera  colina en Santillana del Mar, España. Tiene pinturas de enorme calidad artística, de la época glacial, con una antigüedad de hasta 40,000-30,000 años. Leído así, esto parece no decir algo especial. Pero, si se le observa con detenimiento, o en el contexto del siglo diecinueve, se encontrarán contradicciones que los científicos de de época no saben cómo abordar.

La lectura literal de la Biblia dice que el principio de la vida, al menos la antropomorfa, tiene unos 6 mil años. ¿De dónde salieron esos 40 mil años?

Por otra parte, el gradualismo de la teoría de Darwin dice que primero está lo sencillo y después de una larga peregrinación, lo evolucionado. ¿De dónde salieron esas pinturas propias del impresionismo, del siglo diecinueve?: “Y la base de esta teoría es el concepto de que lo primero tiene que ser lo más sencillo, y todo lo avanzado, lo complejo, ha de  ser posterior”. Según esta teoría de Darwin , los dibujos deberían ser como los de un niño recién dejada la lactancia.

En el siglo diecinueve  el impresionismo es una corriente artística que libra su más fiera batalla para afianzarse como lo más avanzado entre el mundo artístico de Francia. Son los mismos rasgos, que los dibujos de la cueva de Altamira, igual movimiento, idénticos colores, las luces, las sombras que quedan en el primer plano o por detrás de la figura...  “Precisamente a los darvinistas, como entonces se llamaba a los defensores de la evolución, del desarrollo, no podía convencerlos la perfección artística de las figuras de Altamira”.

Pronto se encuentra la solución: las pinturas son falsas. Los impresionistas se metieron a la cueva y empezaron a pintarla. Alguien quiere vernos la cara de tontos a los especialistas. Así se declaraba en el Congreso de Antropología y Prehistoria, realizado el 11 de marzo de 1882 en Berlín. Y por varias décadas, la cueva es satanizada y se hace lo posible por olvidarla.

¡Lástima! Se hubiera tratado de la más portentosa cueva en términos de hallazgos encontrados en su interior y con la calidad ya anotada! ¡Más aun que la de otra formidable cueva, que luego se descubrirá, llamada  “Lascaux” “De todas las grutas ornamentadas, la de Altamira es la más extraña y la más impresionante “.

Pero no es todo. En torno de la cueva hay dos tragedias humanas. El dueño de los terrenos donde se ubica la cueva, Marcelino Sautuola, que ha comunicado la presencia de las pinturas a los hombres de ciencia, ha pasado como un mentiroso. El Congreso que sentenció que las pinturas eran apócrifas, lo declaró tácitamente como un embustero. Lo que esto pesó a lo largo de toda su vida (murió 20 años después del descubrimiento) lo encontramos en que sus ultimas palabras fueron pronunciadas para decir que las pinturas eran autenticas, que él no era ningún mentiroso.

Edouardo Harlé, fue tal vez el principal impugnador de la veracidad de las pinturas de Altamira. Era ingeniero de puentes y caminos. Como se encontraba con frecuencia figurillas labradas y tiestos con pinturas antiguas, en los terrenos que removía en el campo, llegó a ser un gran aficionado a la antropología. De esta manera influyó en hombres de ciencia que tampoco creían en la antigüedad tan remota de las pinturas. ¡El planeta seguía teniendo 6 mil años!

En las décadas siguientes otras cuevas fueron descubiertas en la región de los altos Pirineos. En su interior se encontraron pinturas que correspondían al estilo de las de Altamira. La autenticidad de ésta por fin estaba fuera de duda, pero había sido tan satanizada en aquel Congreso de Berlín que nadie se atrevía a mencionarla.

El abad  Jesús Carballo, que después sería el encargado oficial de la cueva de Altamira y director del Museo Prehistórico de Santander, le repetiría en cierta ocasión a Herbert Kühn, el autor de este libro al que nos estamos refiriendo, las palabras que Edouardo Harlé le comunicara: “Querido amigo, ha pasado un cuarto de siglo desde mi equivocación de 1880, y no puede olvidarla; continuamente me asalta el recuerdo de  lo que hice. Es como una mancha sobre mí y sobre mi carrera científica. Y esa mancha es imborrable”

Tampoco Harlé fue del todo responsable. El culpable fue el espíritu de la época. Hay descubrimientos que se adelantan a su tiempo y no se les comprende. Así es la ciencia. Uno de los requisitos del método científico es la duda, y el que le sigue es la comprobación. Y todo esto requiere tiempo. Además que la ciencia necesita desarrollar sus herramientas de trabajo. No hay que olvidar que sería hasta 1949 cuando E. Libby haría el descubrimiento del isótopo llamado C 14.

Como sea, lo sorprendente aquí es que fueron los hombres de ciencia los que se opusieron en un principio “Son los investigadores mismos, no son cualesquiera ignorantes, los que se alzan contra este descubrimiento, y eso es grave, lo que será difícil de comprender a las generaciones siguientes”

Pero los antropólogos no son los únicos metidos en este “espíritu de la época”. Lo está toda la sociedad. Los pensadores debaten fuerte cuestiones tales como que la historia es lineal o es circular.

En geología esto está fuera de dudas. Mientras arriba  las montañas se hacen viejas, allá abajo ya están dadas las condiciones para volver  otra vez al principio...

Casi un siglo más tarde el filósofo español Julián Marías sostiene que nada se repite “Por negativo que sea el presente, por logrado que haya sido un momento del pretérito, jamás éste volverá a vivir” ( “La justicia social y otras justicias”,Colección Austral, Espasa-Calpe, Madrid,1974).

Pero una obra muy conocida de Nietzsche hasta se llama “El eterno retorno”, Y, al menos en lo que se refiere a las pinturas de la cueva de Altamira, hubo un retorno después de 30 mil años. Este fue el estilo en pintura llamado impresionismo.

Justificación de la página

La idea es escribir.

El individuo, el grupo y el alpinismo de un lugar no pueden trascender si no se escribe. El que escribe está rescatando las experiencias de la generación anterior a la suya y está rescatando a su propia generación. Si los aciertos y los errores se aprovechan con inteligencia se estará preparando el terreno para una generación mejor. Y sabido es que se aprende más de los errores que de los aciertos.

Personalmente conocí a excelentes escaladores que no escribieron una palabra, no trazaron un dibujo ni tampoco dejaron una fotografía de sus ascensiones. Con el resultado que los escaladores del presente no pudieron beneficiarse de su experiencia técnica ni filosófica. ¿Cómo hicieron para superar tal obstáculo de la montaña, o cómo fue qué cometieron tal error, o qué pensaban de la vida desde la perspectiva alpina? Nadie lo supo.

En los años sesentas apareció el libro Guía del escalador mexicano, de Tomás Velásquez. Nos pareció a los escaladores de entonces que se trataba del trabajo más limitado y lleno de faltas que pudiera imaginarse. Sucedió lo mismo con 28 Bajo Cero, de Luis Costa. Hasta que alguien de nosotros dijo: “Sólo hay una manera de demostrar su contenido erróneo y limitado: haciendo un libro mejor”.

Y cuando posteriormente fueron apareciendo nuestras publicaciones entendimos que Guía y 28 son libros valiosos que nos enseñaron cómo hacer una obra alpina diferente a la composición lírica. De alguna manera los de mi generación acabamos considerando a Velásquez y a Costa como alpinistas que nos trazaron el camino y nos alejaron de la interpretación patológica llena de subjetivismos.

Subí al Valle de Las Ventanas al finalizar el verano del 2008. Invitado, para hablar de escaladas, por Alfredo Revilla y Jaime Guerrero, integrantes del Comité Administrativo del albergue alpino Miguel Hidalgo. Se desarrollaba el “Ciclo de Conferencias de Escalada 2008”.

Para mi sorpresa se habían reunido escaladores de generaciones anteriores y posteriores a la mía. Tan feliz circunstancia me dio la pauta para alejarme de los relatos de montaña, con frecuencia llenos de egomanía. ¿Habían subido los escaladores, algunos procedentes de lejanas tierras, hasta aquel refugio en lo alto de la Sierra de Pachuca sólo para oír hablar de escalada a otro escalador?

Ocupé no más de quince minutos hablando de algunas escaladas. De inmediato pasé a hacer reflexiones, dirigidas a mí mismo, tales como: “¿Por qué los escaladores de más de cincuenta años de edad ya no van a las montañas?”,etc. Automáticamente, los ahí presentes, hicieron suya la conferencia y cinco horas después seguíamos intercambiando puntos de vista. Abandonar el monólogo y pasar a la discusión dialéctica siempre da resultados positivos para todos. Afuera la helada tormenta golpeaba los grandes ventanales del albergue pero en el interior debatíamos fraternal y apasionadamente.

Tuve la fortuna de encontrar a escaladores que varias décadas atrás habían sido mis maestros en la montaña, como el caso de Raúl Pérez, de Pachuca. Saludé a mi gran amigo Raúl Revilla. Encontré al veterano y gran montañista Eder Monroy. Durante cuarenta años escuché hablar de él como uno de los pioneros del montañismo hidalguense sin haber tenido la oportunidad de conocerlo. Tuve la fortuna de conocer también a Efrén Bonilla y a Alfredo Velázquez, a la sazón, éste último, presidente de la Federación Mexicana de Deportes de Montaña y Escalada, A. C. (FMDME). Ambos pertenecientes a generaciones de más acá, con proyectos para realizare en las lejanas montañas del extranjero como sólo los jóvenes lo pueden soñar y realizar. También conocí a Carlos Velázquez, hermano de Tomás Velázquez (fallecido unos 15 años atrás).

Después los perdí de vista a todos y no sé hasta donde han caminado con el propósito de escribir. Por mi parte ofrezco en esta página los trabajos que aun conservo. Mucho me hubiera gustado incluir aquí el libro Los mexicanos en la ruta de los polacos, que relata la expedición nuestra al filo noreste del Aconcagua en 1974. Se trata de la suma de tantas faltas, no técnicas, pero sí de conducta, que estoy seguro sería de mucha utilidad para los que en el futuro sean responsables de una expedición al extranjero. Pero mi último ejemplar lo presté a Mario Campos Borges y no me lo ha regresado.

Por fortuna al filo de la medianoche llegamos a dos conclusiones: (1) los montañistas dejan de ir a la montaña porque no hay retroalimentación mediante la práctica de leer y de escribir de alpinismo. De alpinismo de todo el mundo. (2) nos gusta escribir lo exitoso y callamos deliberadamente los errores. Con el tiempo todo mundo se aburre de leer relatos maquillados. Con el nefasto resultado que los libros no se venden y las editoriales deciden ya no publicar de alpinismo…

Al final me pareció que el resultado de la jornada había alcanzado el entusiasta compromiso de escribir, escribir y más escribir.

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